El deportado político santurtziarra Endika Iztueta Barandika recibirá hoy un sentido homenaje en la tierra donde residió durante años, Cabo Verde, antes de que su cuerpo sea trasladado hasta Euskal Herria.

La pérdida del deportado vasco ha sido muy sentida entre los ciudadanos caboverdianos y entre sus compañeros en el hospital del Praia, donde trabajaba como enfermero. Muestra de ello es el acto organizado por el propio centro, para recordar la labor realizada por Iztueta durante los 22 años que pasó allí.

Está previsto que en el homenaje, que tenga lugar hoy a las 16.00, hora local, -18.00 en Euskal Herria-, participe la dirección del centro, además de trabajadores, ciudadanos y representantes políticos.

Ayer mismo, el ministro de Sanidad de este país africano acudió a su domicilio para trasladar sus condolencias a su compañera y a su hija, así como al resto de los vascos, y reconocer el trabajo realizado por Iztueta durante los años que ejerció de enfermero en el citado hospital de Praia.

Mañana, alrededor de las 22.30 de la noche, se prevé que llegue al aeropuerto de Loiu el cuerpo sin vida del santurtziarra. El movimiento pro amnistía ha querido animar a toda la ciudadanía de este país a que se acerque hasta el aeropuerto vizcaino para recibir el cuerpo y arropar a los familiares y allegados de Iztueta.

Asimismo, el movimiento pro amnistía indicó que el homenaje al deportado político vasco tendrá lugar el próximo sábado en su localidad natal, y a participar en el mismo también ha sido invitada toda la sociedad de Euskal Herria.

En Cabo Verde desde 1985

Iztueta falleció el pasado 24 de enero en el hospital de Praia (capital de Cabo Verde) a consecuencia de las heridas sufridas tras ser víctima de un atraco por parte de delincuentes comunes, según reveló la autopsia que le fue practicada, aunque siguen las investigaciones para esclarecer definitivamente los hechos.

Este vecino de Santurtzi fue deportado a Cabo Verde en febrero de 1985, tras haber sido detenido en Ipar Euskal Herria, donde se había refugiado.

La expulsión por parte de la Administración francesa se produjo una vez de que la autoridades caboverdianas de la época concedieran al Estado español un cupo máximo de ocho deportados vascos a recibir en estas islas.

La muerte del santurtziarra se suma a la de otros dos deportados vascos que fallecieron en este mismo país africano.

En 1989 murió allí Juanra Aranburu, mientras que el deportado político Angel Lete falleció en 2002.