crónica | denuncia contra la policía foral
«Me dijeron que había orden de matar a cualquier perro que estuviera en la vía»
Probablemente Pedro Glaría nunca olvidará lo acontecido el sábado en Burgi. Al finalizar la jornada de caza, se dirigió hacia el lugar donde había aparcado su vehículo para recoger a los perros, cuando agentes de la Policía Foral le informaron de que habían abatido a tiros a uno de sus sabuesos. Alegan que «había provocado un accidente». A él y al veterinario no les consta siniestro alguno, y GARA ha confirmado que no existe orden de la Policía Foral para actuar así en esos casos.
Asier VELEZ DE MENDIZABAL
Cuatro días después de que se produjeran los hechos, Pedro Jesús Glaría y sus allegados continúan indignados por lo ocurrido la tarde del sábado en la carretera comarcal NA-137, entre las localidades de Burgi e Isaba. Este cazador de 61 años todavía no da crédito a lo ocurrido ni encuentra explicación alguna para justificar la manera de proceder de los agentes de la Policía Foral de Nafarroa, que la emprendieron a balazos con «Pinto», el sabueso que crió con todo cariño. Ese mismo día interpuso una denuncia contra los agentes forales en el cuartel de la Guardia Civil en Erronkari y ha exigido el esclarecimiento del caso en los medios de difusión.
La versión policial asegura que esa tarde una patrulla que regresaba de la estación de esquí de Larra recibió un aviso de un ciudadano que había telefoneado a SOS Navarra asegurando haber atropellado a un perro que estaba cruzando la carretera. «Los agentes acudieron al lugar y se encontraron a un perro malherido por el golpe, que caminaba arrastrando las patas. Viendo el peligro que suponía para los usuarios de la vía, accedieron a cortar el tráfico e intentaron atraparlo, pero el animal estaba muy agresivo, y por ello, no les quedó otro remedio que abatirlo a tiros», señalaron ayer a GARA fuentes policiales. Aseguran fehacientemente que «existen testigos identificados de la actuación, un informe policial interno y un parte abierto en SOS-Navarra».
Glaría, sin embargo, afirma que ni los mismos agentes te- nían la certeza de que el animal hubiera sido atropellado. «Les pregunté si me podían facilitar la identidad del conductor que supuestamente había colisionado con mi perro para pagarle los daños que le hubiera podido ocasionar en el vehículo, y me contestaron `le habrá pegado un coche y se habrá ido'», narra con indignación.
Informe del veterinario
El cuerpo del animal muerto fue arrojado junto a un río, lo que también ha soliviantado a su dueño. Cuando lo recogió, no presentaba signo alguno de haber sido atropellado por un vehículo. A fin de verificar sus sospechas, Glaría llevó los restos de «Pinto» a un veterinario para que lo analizara. Y éste ha certificado que el animal presentaba «diversos orificios en patas, brazos y nuca compatibles con proyectil de arma de fuego», a la vez que subraya que «no se le apreció ningún tipo de hemorragia interna ni hematomas superficiales», lo que deja en entredicho totalmente la versión policial.
La polémica tiene otro fleco. El dueño del perro denuncia que los agentes le comunicaron que tenían la orden de «abatir a cualquier animal que estuviese en la carretera», y que de hecho, «si veían otro perro cerca de la vía lo iban a matar». GARA se puso en contacto con la Policía Foral, que niega rotundamente que exista orden o reglamento que inste a sus agentes a disparar contra cualquier animal que abisten en la carretera. «Los casos de perros que mueren atropellados en las carreteras suelen ser muy habituales» afirman. Argumentan que, por ejemplo, hace algunos días fueron localizados y rescatados dos canes abandonados en una vía, que llevaban el microchip.
El cazador de Burgi, por su parte, insiste en que su perro «tenía todos los papeles necesarios», además del microchip y un collar con una placa donde estaba apuntado el nombre del dueño y su número de teléfono.
Glaría lo tiene claro. «Lo acribillaron sin ninguna compasión, y no hay derecho a que hagan estas cosas. La gente me dice que siga con la denuncia hasta el final, y lo voy a hacer».