Trabajadores de la planta de Michelin de Lasarte se concentraron ayer para denunciar que la empresa pretende aplicar con «presiones y chantajes hacia los trabajadores» el Plan de Mejora de la Competitividad 2008-2011 y para exigir a la dirección que «reconduzca y subsane esta situación para evitar graves consecuencias».

El comité de empresa explicó que el pasado viernes dos trabajadores fueron llamados al servicio de personal y que se les planteó un «chantaje en toda regla, obligándoles a aceptar un despido improcedente -45 días por año- que la empresa reconoce como tal».

Según las mismas fuentes, la empresa también les propuso que se acojan a las «bajas voluntarias incentivadas contempladas en el plan» estratégico -60 días por año- y les avisó de que no saldrían de la oficina «sin haber firmado una de las dos propuestas».

El comité de empresa emitió ayer un comunicado en el que pide a los empleados que «se nieguen» a tomar una decisión en «condiciones de presión» y advierte de que «tomará medidas más contundentes» en el caso de que no produzca una «respuesta satisfactoria por parte de la empresa».

El plan estratégico fue aceptado por el comité de empresa, el pasado 10 de diciembre, con los votos a favor de CCOO, ESK y CSI, la abstención de ELA y UGT y la oposoición de LAB.

El citado plan contempla la desaparición de 550 puestos de trabajo a través de prejubilaciones, bajas incentivadas y traslados. La empresa había reducido a 11 los 71 traslados forzosos, pero finalmente la negociación se resolvió con la eliminación de los traslados definitivos obligatorios, aunque habrá 78 reubicaciones temporales que afectan a personal eventual.