La grave situación en Kenia centrará la cumbre de la UA de hoy en Addis Abeba
GARA |
La grave situación y los contínuos brotes de violencia en Kenia centrarán la cumbre de la Unión Africana (UA) que hoy comienza en Addis Abebas, pese a los intentos del ministro de Asuntos Exteriores keniata, Moses Wetangul, por restar importancia al conflicto.
Un alto representante de la Comisión de la UA, citado por AFP, afirmó que «el asunto es grave y no se puede dar por bueno en todos sus términos lo que nos quiere presentar el régimen de Mwai Kibaki». Aseguró que de esta cumbre no saldrá un «cheque en blanco» a Kibaki.
Los últimos acontecimientos en este país africano centraban ayer todos los comentarios de los delegados de la UA.
«El ruido de machetes nos da miedo. Eso en África recuerda a cosas terribles como el genocidio de Ruanda», manifestó el ministro senegalés de Asuntos Exteriores, Cheikh Tidiane.
Su homólogo etíope, Seyoum Mesfin, se mostró «impaciente» ante esta cita. «Esperamos la información directa del presidente de la UA, John Kufuor, que estuvo allí. Luego, tomaremos una decisión», señaló.
El Movimiento Democrático Naranja (ODM), opositor a Kibaki, enviará a un representante a Addis Abeba para ejercer presión. El lunes, su secretario general, Anyang Nyongo, pidió a la UA que no permitía a Kibaki participar en la cumbre.
«La violencia y el caos son el resultado directo de la no aceptación del fracaso electoral. Cualquier reconocimiento de la UA al Gobierno de Kibaki amenaza los esfuerzos de mediación de la misma», resaltó. El presidente de Ruanda, Paul Kagame, también expresó su preocupación. «Se empieza con cinco muertos, luego diez, cincuenta, poco a poco aumenta a cien, entonces se pasa a miles... para cuando uno se da cuenta, tiene una dimensión que arrasa con la vida en localidades y comunidades y está fuera de control, y toda la situación política es un caos», alertó.
Incidió en que Kenia debería aprender la lección del genocidio cometido en Ruanda en 1994. Para Kagame, la única salida es la intervención del Ejército. «Este es un caso de emergencia en el que algunas cosas tienen que hacerse muy rápido para frenar las muertes que se están produciendo. No hay tiempo de exquisiteces y debates cuando se están produciendo muertes», remarcó a Reuters.
Admitió que «no es elegante y correcto que los ejércitos se impliquen en una situación política de este tipo, pero en situaciones en las que las instituciones han perdido el control, no me importaría dicha solución». Por segunda vez desde que comenzó la crisis, la Policía keniata recibió órdenes de «disparar a matar» a todo aquel que «saquee propiedades, incendie viviendas, porte armas o coloque barricadas en la carretera». «Tenemos orden de disparar a estas cuatro categorias de personas si les sorprendemos cometiendo alguno de esos actos», declaró a AFP un comandante de Policía.
De hecho, soldados armados con rifles de asalto empezaron a patrullar las calles de Naivasha, en el Valle del Rift.