El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, no cedió ni un ápice en su intransigente posición y rechazó dialogar con Hamas en el marco de las conversaciones que tuvieron ayer en El Cairo para analizar la situación de la frontera de Rafah.

La delegación que Hamas envió a El Cairo estaba encabezada por Jaled Mechaal y en la misma participó el parlamentario Mahmud al-Zahar, que el 15 de enero perdió a su segundo hijo debido a la ocupación sionista al ser alcanzado por un misil.

El movimiento islamista se reunió con el responsable de los servicios de información egipcio, Omar Suleimán.

Hamas denunció que existen presiones por parte de la UE, EEUU, Israel y la Autoridad Palestina para que se vuelva a la situación previa a la explosión de la valla, en la que Israel mantenía el derecho a controlar el paso fronterizo situado entre Gaza y Egipto.

El Gobierno de Hamas en Gaza rechazó categóricamente las exigencias de Abbas.

En este escenario, Abbas, que se reunió con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, destacó que «Hamas tiene que reparar su golpe de Estado y aceptar la legitimidad de la Autoridad Palestina y unas elecciones anticipadas. Entonces, nuestros corazones y nuestros espíritus estarán abiertos al diálogo».

Abbas también criticó la explosión de la valla fronteriza, tras la que cientos de miles de palestinos pasaron a Egipto para aprovisionarse de los alimentos y del combustible del que carecían en Gaza debido al bloqueo sionista, calificándola de «invasión».

Muhammad al-Hindi, dirigente de la Yihad Islámica, por su parte, defendió la necesidad de que el paso de Rafah esté bajo control de Egipto y los palestinos, sin injerencias de Israel ni de países occidentales, e instó a Hamas y al-Fatah a poner fin a su rivalidad, al igual que hizo Abu As-Sa'id, dirigente de los Comités de Resistencia Popular en Gaza.