Admitida la denuncia de los allegados de Anjel Figeroa por no poder visitarle
Los familiares del preso político Anjel Figeroa, trasladado nuevamente desde la cárcel de Langraiz al Hospital de Txagorritxu por el agravamiento de su enfermedad, han vuelto a quedarse sin visita tras renunciar a la petición que les realizó una ertzaina de desnudarse.
GARA |
Los allegados de Anjel Figeroa han ampliado la denuncia interpuesta contra una agente de la Ertzaintza que les impidió realizar una visita, ya que otra agente de la Policía autonómica también les negó el acceso a la habitación del Hospital de Txagorritxu donde se encuentra el preso político.
Tal como informó ayer a este diario el abogado de la familia, Iñigo Santxo, la denuncia fue admitida a trámite y se han personado como acusación particular. Santxo también comunicó que el juez había solicitado un informe a la Ertzaintza. En palabras del abogado, el Tribunal Constitucional «ha dejado claro que los presos no tienen por qué desnudarse si no hay razones para ello; por tanto, menos los familiares».
Iñaki Sanchiz, procurador de los tribunales y de Karmen Figeroa -hermana de Anjel-, ha suplicado al Juzgado que tenga por presentado su escrito, lo admita y, en virtud de lo expuesto en el cuerpo del mismo, amplíe la denuncia contra la agente de la Ertzaintza que el martes impidió a Mari Carmen Fernández y a su hija Amaia Figeroa el acceso a la habitación del Hospital en que se encuentra internado su hijo y hermano.
Según se relata en el escrito, Anjel Figeroa había sido trasladado nuevamente al Hospital de Txagorritxu desde Langraiz como consecuencia del agravamiento de su enfermedad. El martes a la mañana acudieron al centro hospitalario la madre y hermana del prisionero, respectivamente. Los agentes que custodiaban a su familiar les permitieron el acceso tras la pertinente identificación y registro.
Ya por la tarde, la madre y la hermana del preso algortarra acudieron otra vez al hospital de Gasteiz. Una agente de la Ertzaintza que custodiaba la habitación les manifestó que tenían que desnudarse para poder visitar a su allegado.
La madre y la hermana del preso denunciaron el 7 de enero que una agente de la Ertzaintza les impidió acceder a la habitación del hospital en que se encontraba el algortarra.
El pasado martes los allegados volvieron a quedarse sin visita por culpa de otra ertzaina, que les decía que no se quejaran, «que bastantes privilegios tiene vuestro familiar».