La Iglesia española rechaza hablar con ETA pese a que un obispo medió en 1999
La cúpula de la Iglesia española rechaza la negociación con ETA en una declaración ante el 9-M que se interpreta como petición de voto directa para el PP. De hecho, un obispo fue quien medió en 1999 entre el Gobierno Aznar y ETA. El PSOE se lo recordó de inmediato.
GARA |
La Conferencia Episcopal Española ha hecho pública una nota ante las elecciones estatales del 9 de marzo que se interpreta en la práctica como una petición de voto para el PP. Aunque lógicamente no se citan siglas, los obispos estatales abogan por que sus fieles «valoren las distintas ofertas políticas teniendo en cuenta el aprecio que cada partido, cada programa y cada dirigente otorga a la dimensión moral de la vida».
Es en este contexto donde la Conferencia Episcopal introduce un mensaje contra la negociación con ETA. Tras calificar al «terrorismo» de «muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo», se establece que «una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político», añade.
En la rueda de prensa en la que presentó el texto, el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, argumentó que esta nota es «parecida» a las emitidas ante los comicios estatales de 2000 y 2004. Sin embargo, varios medios se encargaron de recordar que entonces no había mención alguna a la negociación.
Esta toma de posición de la Permanente de la Conferencia Episcopal Española contrasta también con la implicación de un obispo -Juan María Uriarte, actual prelado de Donostia- en el incipiente proceso de negociación desarrollado por el Gobierno de José María Aznar con ETA en mayo de 1999. En su momento, el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, lo señaló como mediador. Diferentes medios han afirmado también que fue Uriarte quien participó como tal en la reunión mantenida por los enviados del presidente del Gobierno del PP y los interlocutores de Batasuna en diciembre de 1998 en Burgos.
La Ejecutiva Federal del PSOE emitió inmediatamente una nota en la que lo recuerda: «Todos los gobiernos dialogaron con ETA, e incluso algunos de ellos, como Aznar, con un obispo como intermediario. Es, por tanto, un argumento hipócrita y malintencionado». El PSOE acusa a los obispos de hacer un «uso inmoral» del tema, «como el PP».
El PSOE replicó a la nota de los obispos indicando que «si no hay que votar a los que han dialogado con ETA, no hay que votar a nadie: ni a Suárez, ni a González, ni a Aznar. Todos ellos lo hicieron», recuerda la Ejecutiva.
La Conferencia Episcopal cuestiona también otras políticas del Gobierno del PSOE, como la asignatura de Educación para la Ciudadanía, su actitud ante el aborto o el aval al matrimonio homosexual.
