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Una sentencia que puede poner patas arriba el mercado futbolístico

¿Cuánto ha de pagar un jugador para rescindir su contrato con un club? Una cuestión de máxima actualidad, más desde el «caso Zubiaurre», y que vivió ayer un giro importante con una sentencia del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) respecto al futbolista escocés Andy Webster.

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Imanol INTZIARTE

El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), máximo organo judicial del deporte y que tiene su sede en Lausana (Suiza), resolvió ayer que un jugador puede rescindir unilateralmente su compromiso con un club mediante el pago de una indemnización según el valor residual de su contrato, sin tener en consideración primas, ni pagos previos hechos por el equipo para lograr su traspaso.

El TAS zanjó de esta forma el litigio entre Andy Webster, jugador escocés del Wigan, y su anterior equipo, el Hearts of Midlothian, sobre la indemnización a pagar por el futbolista tras la ruptura del contrato por parte del futbolista. En su día, la Cámara de Resolución de Disputas (CRD) de la FIFA determinó que el futbolista debía pagar al club 625.000 libras (844.600 euros), pero su decisión fue recurrida al TAS, que ha rebajado esa cantidad hasta 150.000 libras (algo más de 200.000 euros), cifra próxima al remanente del contrato. Es decir, la cuantía económica correspondiente a la parte del contrato que restaba por cumplirse cuando se produjo la rescisión.

Webster fue traspasado al Hearts of Midlothian en 2001 y firmó un primer contrato hasta el 30 de junio de 2005. Antes de esa fecha, acordó con el club prorrogar su compromiso hasta el 30 de junio de 2007. En abril de 2005, el equipo volvió a proponer a Webster una ampliación hasta 2009, pero no hubo acuerdo. En mayo de 2006, trece meses antes de la finalización del segundo contrato suscrito -la prórroga del inicial-, Webster notificó al Hearts la rescisión unilateral y en agosto de ese año firmó por tres temporadas con otro equipo, el Wigan inglés, acción que llevó al club de procedencia de Webster a acudir en noviembre de 2006 a la CRD.

La FIFA se declara «consternada»

La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) se declaró «consternada» por la decisión del TAS, al estimar que «tendrá graves consecuencias en todo el ámbito futbolístico». Joseph Blatter, presidente de la FIFA, afirmó en un comunicado que esta sentencia «es sumamente perjudicial para el fútbol, y es una victoria pírrica para aquellos jugadores y sus agentes que contemplan la idea de rescindir contratos antes de haberlos cumplido». A su juicio, se han antepuesto «los intereses a corto plazo del jugador» al «principio de estabilidad contractual, que fue acordado en 2001 con la Comisión Europea como parte del nuevo reglamento de transferencias».

Según la FIFA, este reglamento de transferencias, elaborado después de activas negociaciones y con el consenso de todas las partes interesadas (incluidos los representantes de los jugadores y los clubes, además de la Comisión Europea), está basado «en el pilar central que mantiene la estabilidad contractual entre los jugadores profesionales y los clubes». Para este organismo futbolístico, «la ruptura unilateral, prematura y sin causa justificada de un contrato laboral firmado entre un jugador profesional y un club por cualquiera de las partes, incluso si se realiza después del periodo protegido, sigue siendo una ruptura de contrato sin causa justificada».

A su juicio, la decisión «implica que se puede calcular fácilmente por adelantado el monto de indemnización que deberá pagar el jugador que termine su contrato de manera prematura y sin causa justificada después del periodo protegido. Esto es dañino para el sistema, pero probablemente será una ventaja para los agentes de jugadores, quienes, al igual que en el caso Webster, ofrecerán sus clientes a nuevos clubes por un precio determinado. Los clubes pequeños, que ahora ya tienen problemas para mantener a todo su equipo, en particular si cuentan con grandes promesas del fútbol en sus escuadras, se verán enfrentadas a un enfoque aun más agresivo en relación con sus jugadores una vez que sus contratos ya no estén dentro de los periodos protegidos».

«Por otro lado, la motivación para entrenar y formar a nuevos jugadores probablemente disminuirá, especialmente entre los clubes más acaudalados. Paralelamente, dichos clubes podrán contratar a un número mayor de jugadores, a sabiendas de que podrán rescindirlos a un costo estimado. Esto perjudicará a los jugadores, quienes se sentirán menos seguros a la hora de planificar sus carreras», subrayó la FIFA.

No todos lo ven tan mal

Evidentemente, la decisión del TAS no es vista de igual forma por todos los agentes. El presidente del Sindicato Internacional de Jugadores (FIFPro), Gerardo González Movilla, apuntó que este laudo judicial «es una buena base para normalizar el sistema de traspasos, despidos y rescisiones de contratos. Si un juez lo máximo que penaliza a un club por el despido de un jugador es con el pago de lo que queda pendiente en su contrato, a la inversa debe ser igual».

El abogado de FIFPro, Juan de Dios Crespo, señaló que «el caso de Andrew Webster es quizá el litigio futbolístico más importante de los últimos años», ya que «el TAS por primera vez delimita las indemnizaciones a pagar en cuanto un jugador ejerza su derecho a rescindir el contrato, una vez pasado el periodo protegido».

En opinión del letrado, «la amortización pendiente que pudiera quedar por la transferencia de un jugador queda desvirtuada cuando se firma otro nuevo contrato, eliminando, de esa forma, cualquier posibilidad de que la amortización pendiente se mantenga como un parámetro para calcular la indemnización».

Según Crespo, se trata de «un paso adelante de gran importancia para los jugadores de fútbol que, en las condiciones descritas, van a poder tener una base sólida sobre cuál va a ser la indemnización que les tocará pagar si rescinden su contrato».

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