No se crean Zapatero y sus mariachis que la posición de dureza en el embate contra ANV les va a permitir un segundo de resuello ante los ataques de la derechona talibán. Y si, en su ingenuidad, lo creía, basta leer el editorial de ayer en «El Mundo» para darse cuenta de lo contrario.

El amanuense de Pedro J. Ramírez dejaba constancia de que, ahora, «el abogado del Estado asegura que ANV se define como una formación que está dentro de `la izquierda abertzale', un término que ha sido reivindicado como propio por Batasuna y por ETA. Por tanto, concluye que ANV forma parte del mismo conglomerado que dirige la banda». Y hasta ahí se felicita. Luego viene el de la vara.

Y es que, dice Ramírez, «lo sorprendente es que el Gobierno haya tardado tanto tiempo en darse cuenta de lo evidente». Y le busca una explicación: «El hecho es que el Gobierno no estaba interesado en mayo pasado en ilegalizar a ANV, de la que se decía entonces que condenaba el terrorismo en sus estatutos y que era un partido con una larga trayectoria dentro de la legalidad. Nueve meses después, el Ejecutivo sostiene lo contrario e identifica a ANV con una `izquierda abertzale a la que considera como una marioneta de ETA». Y le ha cazado.

Y, en plan magnánimo, antes de darte la última vuelta al garrote en torno al garganchón, dice el escriba sentado de «El Mundo» que «El hecho es que afortunadamente el Gobierno ha cambiado de opinión, como lo demuestran los argumentos que esgrime el abogado del Estado». No se fíe ZP de la alabanza...

Y es que, concluye el editorialista: «Si ANV forma parte de ETA, ¿estaba mintiendo el Ejecutivo cuando sostenía lo contrario y legitimaba a `la izquierda abertzale' o simplemente actuaba con una incompetencia suma al ser incapaz de lograr las pruebas que ahora ha presentado? No se sabe cuál de las dos opciones es la peor, pero sorprende la torpeza con la que ha actuado el Gobierno en este asunto. Sus incoherencias y contradicciones no contribuyen a su credibilidad ante la Justicia, lo cual es lamentable cuando está en juego la defensa del Estado de Derecho». ¿Y cuando Aznar llamaba a la izquierda abertzale Movimiento de Liberación Nacional Vasco?