El régimen egipcio recibe a Hamas y la normalidad vuelve a la frontera
Ocurrió cuando Hamas se hizo con el control total de la Franja de Gaza. Al caos reinante hasta entonces le sucedió el orden en las calles. El régimen egipcio recibió ayer a una delegación oficial del movimiento islamista, demonizado por Occidente. Como por arte de ensalmo, la normalidad regresó a la frontera de Rafah nueve días después de que estallara en pedazos para júbilo de la población de Gaza, convertida por Israel en un inmenso campo de concentración.
GARA |
La frontera de Rafah, entre Egipto y la Franja de Gaza, volvió a la normalidad ayer coincidiendo con el encuentro de una delegación del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) con responsables egipcios.
Por primera vez desde hace nueve días, la Policía egipcia y la Fuerza Ejecutiva de Hamas regulaban, en perfecta coordinación, el tráfico rodado de vehículos palestinos al otro lado de la frontera de Rafah.
«El orden ha vuelto esta mañana. Parece que hay un acuerdo», aseguró un policía palestino situado delante de la puerta de Saladino, uno de los dos puntos de acceso que permanecían abiertos en Rafah.
El flujo de gente a un lado y otro de la frontera persistía, eso sí, ralentizado por una fuerte lluvia, aunque perfectamente canalizado.
Sólo las camionetas egipcias repletas de mercancías eran autorizadas a cruzar la puerta de Brasil, otro punto de acceso a Rafah. Todas las brechas abiertas a bombazos la semana pasada aparecían reforzadas por rejas metálicas y alambradas colocadas por parte egipcia.
Desde el pasado fin de semana, el régimen egipcio ha ido retomando poco a poco el control de esta frontera, única ventana al exterior para la Franja de Gaza, convertida por Israel en un campo de concentración de 362 kilómetros cuadrados y en el que se hacinan millón y medio de palestinos.
Con la excusa del lanzamiento de cohetes artesanales -que no han causado víctimas mortales- contra suelo ocupado por Israel, el Gobierno de Tel Aviv decidió dar una vuelta de tuerca más a su estrategia de hostigamiento a Gaza -razzias mortíferas diarias combinadas con el hostigamiento creciente a la población gazatí- decretando el bloqueo total de la Franja.
Una representación oficial del régimen egipcio, entre la que se encontraba el jefe de los servicios secretos, Omar Suleimane, recibió ayer a una delegación de Hamas liderada por su líder en el exilio, Jaled Mechaal.
«Las negociaciones han comenzado pero serán largas e incluirán distintos temas, incluido el control de Rafah», aseguró Fawzi Barhum, portavoz de la organización islamista que, tras varios intentos de golpe de estado por parte de al-Fatah, asumió totalmente el control de Gaza en junio del año pasado.
Dirigente de al-Fatah y presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas insistió en el encuentro que mantuvo la víspera con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, en exigir a Hamas que reconozca que habría sido esta organización la que dio un golpe de estado y que permita la celebración inminente de elecciones anticipadas.
Al-Fatah perdió las elecciones frente a Hamas en enero de 2006. No supo digerir su derrota y dedicó sus esfuerzos a torpedear un gobierno de unidad.
La asociación judía Yemin Yehuda ha comenzado a construir 200 viviendas en Jerusalén Este para lo que pretende demoler decenas de casas palestinas en plena «negociación» entre Israel y la ANP.
El Movimiento de la Resistencia Islámica aseguró que el informe de la comisión de investigación sobre la última agresión israelí contra Líbano deja en evidencia la «vulnerabilidad» de Israel y muestra que la «resistencia da sus frutos».
«El informe del juez Eliahu Winograd, que afirma que la guerra contra la resistencia libanesa fue un fracaso político y militar deja en evidencia la vulnerabilidad y la fragilidad de la entidad sionista y de su establishment político-militar», aseguró el portavoz de Hamas Barhum.
«Las conclusiones del informe deben animarnos a continuar comprometidos con la resistencia bajo todas sus formas en la guerra que lleva a cabo el ocupante israelí contra nuestro pueblo y nuestra tierra», aseguró el portavoz a través de un comunicado.
Barhum apeló a la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abbas y a su primer ministro Salam Fayyad a extraer la lección del informe Winograd, «revisando su política de negociación y de coordinación con esta frágil entidad y dejando hacer a la resistencia palestina, que ellos intentan ahogar con mano de hierro».
La comisión de investigación presidida por el juez Winograd concluyó que la guerra contra Hizbulah «supuso un gran y grave fracaso» para Israel, del que responsabilizó a los altos mandos israelíes.