ELA recomendó ayer a los trabajadores de Osakidetza que reclamen el abono los salarios según el importe del anuncio que publicó la dirección del Servicio Vasco de Salud el pasado día 29 de enero en numerosos diarios, con motivo de la huelga llevada a cabo el pasado martes.

Nere Urrestarazu, representante de ELA en Osakidetza, aseguró que esas retribuciones están muy por encima de lo que realmente cobran los trabajadores y consideró que de este modo la dirección de Osakidetza pretende «desprestigiar» a sus propios empleados y «enfrentarles con la opinión pública».

Urrestarazu compareció en una rueda de prensa en Bilbo junto al representante de Osalde José Luis Uria con motivo de la celebración de una jornada de debate sobre el sistema público de salud. Afirmó que no permitirán que «se siga desprestigiando a los trabajadores» y que se «siga trasladando esa imagen a la ciudadanía», porque es «Osakidetza la que ha generado campos de precarización».

Sanidad privada

Respecto al anuncio de Osakidetza de que enviará al Parlamento de Gasteiz un listado completo de todos los trabajadores que secundaron la huelga, le exigió que, al igual que estos datos, «entreguen el número de operaciones realizadas en el ámbito de la sanidad privada desde que aprobó el decreto de listas de espera en junio del 2006».

«Que lleven al Parlamento todos los datos de las pruebas complementarias que se han derivado a las clínicas privadas y que además den todos los datos sobre la autoconcertación, el número de personas que trabajan en ella y la realizan», añadió. Calculó que la autococertación «nos cuesta 184 millones de euros».

Instó a la dirección de Osakidetza a que explique nominalmente «cuántos trabajadores estuvieron designados como servicio mínimo el día de la huelga, cuántos estaban de baja y cuántos de vacaciones».

«No sabemos muy bien de dónde sale la cifra de 20.000 trabajadores en huelga, cuando hay una plantilla de unos 27.000 y 15.000 acudieron a sus puestos de trabajo, puede haber un error de planteamiento», advirtió.

Juan Luis Uria, representante de Osalde, insistió en la necesidad de llegar a un acuerdo negociado «para que toda la organización se pueda concentrar en mejorar su competencia, su eficacia y su organización».

Defendió que la atención primaria debe desempeñar «un papel protagonista en el sistema sanitario», en el que los centros de salud y los consultorios sean «los ejes, como garantes de la accesibilidad y de la equidad del sistema sanitario público».