Eliminación copera
Duro despertar tras vivir el sueño intensamente
Los rojiblancos lograron lo más complicado y se adelantaron por dos a cero, pero en la segunda mitad no pudieron culminar la remontada y el Racing acabó empatando el partido en medio de la desazón vizcaina
ATHLETIC 3
RACING 3
Beñat ZARRABEITIA | BILBO
No pudo ser. El Athletic no alcanzó unas semifinales que durante buena parte del choque estuvo tocando con las manos. Los vizcainos fueron capaces de llegar al descanso con la eliminatoria empatada. Pero, tras la reanudación acabaron cediendo debido a sus errores defensivos y la falta de decisión arbitral para señalar los once metros en un claro penalti a Gabilondo.
Fue un partido tenso, muy disputado y en el cual el Athletic echó mano de sus valores tradicionales para acercarse a su objetivo. Sin embargo, los racinguistas se sobrepusieron a unos golpes que les acercaron peligrosamente a la lona y aprovecharon todos los regalos, algunos absurdos como la falta de Ocio que dio origen a su segundo tanto, y entraron en semifinales. Una eliminatoria que, cabe recordar, no se perdió ayer, sino en El Sardinero.
El choque arrancó con Aitor Ramos como principal novedad en el once y con un público entregado que arropó a su equipo. Los de Caparrós salieron intensos, pero sin perder la cabeza. Así, durante el primer cuarto de hora, y ante un Racing bien plantado, los vascos no se acercaron con excesivo peligro al marco rival. Poco a poco, su presión fue acogotando al Racing según pasaban los minutos. No existía agobio, pero sí insistencia. De la misma nació la jugada del primer tanto, Susaeta fue derribado al borde del área. La jugada evidenció la importancia a balón parado. El Athletic sacó petróleo de la conexión entre Yeste y Amorebieta, tan peculiar dentro y fuera, y el de Iurreta se estrenó como goleador.
San Mamés estalló, el viento empezaba a soplar a favor de los rojiblancos, que a los 17 minutos ya habían coronado su primer puerto de la etapa. Llevados en volandas por su hinchada, los vizcainos siguieron apabullando a un Racing que perdía el sitio en el campo y en la banda, con un nervioso Marcelino.
A base de casta y empuje, el premio y el derecho a soñar despiertos se hizo aún mayor. Llorente fue derribado dentro del área y Rubinos Pérez no dudó en señalar los once metros.
Muñoz lanzó e igualó la eliminatoria, pero el colegiado mandó repetir por una supuesta invasión del área. El iruindarra repitió, esta vez por la derecha, y empató. Lo más difícil estaba hecho, faltaba rematar.
No era momento de precipitarse y el Athletic aguantó los últimos veinte minutos sin mayores problemas. Quedaban 45 minutos para completar la épica y llegar hacia un sueño que se tocaba con los dedos. Pero, el despertar fue terrible.
Frustración absoluta
El Racing, un equipo con personalidad, fue capaz de acortar distancias por medio de Duscher y dio el primer varapalo a San Mamés. El Athletic no se asustó y respondió con similar contundencia. Susaeta puso el tres a uno. La eliminatoria seguía viva e incluso Gabilondo se asomó al cuarto y fue objeto de un diáfano penalti. Una acción muy clara, pero que quedó en el limbo para alegría, suponemos, del presidente del Racing.
Fue una acción clave, tanto como el segundo tanto cántabro. Una infantil falta de Ocio dio paso al gol de Tchité. Duro jarro de agua fría a un Athletic, que trató de encontrar la épica en medio de su frustración. Una sensación que se agrandó cuando Smolarek empató en el descuento. Fin al sueño copero y hora de centrarse en la realidad liguera, que no será nada fácil hasta final de temporada.
El guardameta sopeloztarra, conocido como «gudari» entre sus ex compañeros del Cádiz, será presentado hoy a las 13.00 horas en la sala de prensa de Lezama. Armando llega, a priori, como relevo de Dani Aranzubia, pero no sería de extrañar que gozase de alguna oportunidad.
El ex jugador rojiblanco, que se encontraba entrenando con el Santutxu, ya ha encontrado destino. Tras un paso por Grecia donde ha conocido tanto la titularidad como el ostracismo, el de Erripa ha dejado el Aris para enrolarse en las filas del Ibiza de Segunda División B.
Las actuación de Rubinos Pérez acaparó buena parte del discurso rojiblanco en la sala de prensa de San Mamés.
Sobre todo por parte de Joaquín Caparrós, que apenas sí se refirió a otro aspecto. «No sé qué más hay que hacer para pasar una eliminatoria. Un equipo que se pone 2-0, le pegan un palo y se rehace... -lamentó-. Pero es una tras otra. No queremos hablar nunca por el fair-play, pero estamos hasta el gorro. He visto en video el penalti a Gabilondo, que es de libro y el colegiado está al lado. Y esa jugada decide la eliminatoria. Lo que está pasando esta temporada con los árbitros es tremendo; no queremos hablar de ello, pero parece que el que no llora, no mama, así que tendremos que llorar», insistió.
En una línea similar se expresó Aitor Ocio, que se quejaba del efecto que, aparentemente, habían suscitado las declaraciones de Marcelino a lo largo de la semana. «Él lo hace por su equipo, me parece bien, pero ya está bien de que todo el mundo hable de los supuestos favores arbitrales al Athletic, cuando sucede todo lo contrario», lamentó el defensa, para el que, además del penalti a Gabilondo, el árbitro también perdonó la segunda tarjeta a Oriol.
Algo más contemporizador se mostró Iñaki Muñoz, que entendió «que es difícil arbitrar», aunque lamentaba que los errores hubiesen llegado en «jugadas de las que pueden decidir un partido, con lo que te quedas con el sabor amargo de que podía haber sido mucho mejor».
El centrocampista, de todos modos, prefería ver el vaso medio lleno. «Partidos como éste, aunque no consigas realmente lo que querías, sirven para ver que el equipo puede rendir a buen nivel y que, de aquí a final de temporada, podemos ser capaces de hacerlo bien. Hay que tener confianza en que podemos sacarlo adelante», insistió.
Marcelino, por su parte, se felicitó por el coraje mostrado por el Racing. «Hemos sufrido, pero creo que hay que dar la enhorabuena al equipo porque con el 2-0, en lugar de venirse abajo, se ha ido arriba, y muy arriba. Estamos francamente contentos», subrayó.