El opositor keniata Raila Odinga hizo ayer un llamamiento a la Unión Africana (UA) y a la ONU para que desplieguen «fuerzas de mantenimiento de la paz», tras acusar a las tropas del Gobierno de Nairobi de «no ser neutrales» .

«Es necesario que haya un despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU y de la Unión Africana, porque la Policía está siendo utilizada y no nos creemos la neutralidad del Ejército», declaró Odinga durante una visita a su ciudad natal, Bondo, en el oeste de Kenia.

Odinga indicó a los periodistas que confiaba en la mediación del ex secretario general de la ONU Kofi Annan para resolver la crisis desencadenada por la contestada reelección del presidente Mwai Kibaki, pero dejó entrever que existen otros planes si fracasa el de Annan.

«Tenemos confianza en las negociaciones que están teniendo lugar en estos momentos», dijo. «Pero no tenemos una solución alternativa», añadió.

Proclamado oficialmente segundo en la carrera presidencial keniata, Odinga acusó a Kibaki de haber cometido fraude electoral en unos comicios cuyos resultados fueron puestos en duda por numerosos observadores.

Cerca de 1.000 personas han muerto y entre 250.000 y 300.000 han tenido que abandonar sus hogares debido a los disturbios registrados tras las elecciones.

Trece muertos más

La Policía keniata indicó que durante la noche del sábado al domingo murieron otras trece personas en el oeste de Kenia, haciendo que el balance de fallecidos desde el viernes ascienda a 70.

«Han matado a trece personas durante la noche en el distrito de Nyamira», situado entre el territorio que dominan los kalenjin y el de los kisii, indicó un comandante de la Policía.

«Cuatro de ellos murieron a machetazos en Kijauri, tres de ellos por balazos en Manga y en Borabu, otros cuatro más a machetazos y dos más a manos de la Policía», precisó. «Los enfrentamientos continúan y la gente está huyendo de sus casas».

Unas 350 cabezas de ganado perteneciente a los kisii fueron robadas por los kalenjin, añadió el comandante.

En esta misma región, en Chepilat, destrozaron tenderetes y una escuela resultó incendiada durante la noche. Asimismo, quemaron casas a la madrugada tras enfrentamientos entre kisii y kalenjin, según la misma fuente.

Más al este, en la zona de Anaimoi, cerca de la ciudad de Kericho, miles de personas huyeron de sus domicilios tras una operación policial.