«Un seguimiento íntegro» de la plantilla es el pilar del nuevo Urnieta-Biyok, equipo elite y sub 23 impulsado por Emaitz Izagirre, con preparadores y centros cualificados a su lado. El conjunto guipuzcoano tiene una filosofía de formación y está dividido en dos bloques, uno en Euskal Herria y otro en Granada. En un futuro cercano, aspiran a asentar las bases de un equipo profesional.

La línea de trabajo se basa en un seguimiento físico y médico de la plantilla, así como estudios biomecánicos.

El seguimiento se hará desde el Centro de Tecnificación que dirige Izagirre en Tolosa. El control de los ciclistas va a ser exhaustivo: tres pruebas de esfuerzo en el centro de medicina deportiva Athlon, sito en Arrasate y dirigido por el médico Alberto Garay, y cuatro analíticas sanguíneas en la Clínica San Sebastián, centro homologado por la UCI.

La preparadora Ainhoa Artolazabal, ex ciclista y ex seleccionadora de España, programará los entrenamientos y la comunicación será diaria por Internet. Y están previstas dos concentraciones, la primera en Sierra Nevada y la segunda a nivel del mar.

El estudio biomecánico tiene gran importancia y se utilizará la última tecnología que permite optimizar la posición del corredor en la bicicleta.

La curiosidad es la mezcla de un bloque vasco, de ocho sub 23, y otro con sede en Granada, de 13. Cinco proceden del Soctec, tres del Andalucía y el Belca y suben cinco juveniles, y destaca el ex profesional Laguna. El paraolímpico guipuzcoano Amador Granado también formará parte de la estructura del Urnieta-Biyok.

Izagirre nos aclara que «Ainhoa -Artolazabal- y yo coincidimos con Ignacio Rodríguez en el curso de entrenador nacional. Y en cuanto ha surgido la oportunidad hemos sacado un equipo».

La sede central del equipo está en Gipuzkoa. Izagirre, Emaitz Albizu y Oier Roteta son los tres directores, mientras que Ignacio Rodríguez es el responsable en Granada. Completarán el calendario vasco y andaluz, así como las pruebas españolas más importantes, la Copa de España incluida. Bidasoa, Nafarroa, Bira y Circuito Montañés son cuatro de las vueltas programadas. Tienen previstas salidas al Estado francés y a Portugal.

«Conocer lo de fuera»

El competir en Andalucía va a ser «una ventaja». «La mayoría de los guipuzcoanos son rodadores y van a poder tener más oportunidades allí. El nivel del ciclismo vasco es alto, pero está bien conocer lo que hay fuera y no correr siempre aquí. Que vean las miserias y así agradecerán más lo de casa».

La intención es asentar las bases de un equipo continental, de la misma categoría que el Orbea. «La idea está ahí, ahora sólo falta el dinero», confirma Izagirre.