Agentes de la Policía francesa detuvieron de nuevo ayer a Pello Álvarez en su domicilio de Hendaia. El andoaindarra ya fue apresado por este cuerpo policial en febrero del pasado año; tres días después, no obstante, debido a su estado de salud, el Tribunal de Apelación de Pau decidió dejarle en libertad a instancias de la Fiscalía.

Álvarez, quien reside con total normalidad desde hace años en Lapurdi, padece cáncer. Desde enero de 2004 sigue un tratamiento médico contra esta enfermedad. De hecho, a principios de marzo del pasado año, días después de quedar en libertad tras aquel primer arresto, ingresó en el Hospital de Bur-deos para ser intervenido quirúrgicamente de un nuevo tumor que le detectaron previa- mente. Tras la operación, ha sido sometido a varias sesiones de radioterapia. En la actualidad, su enfermedad requiere un seguimiento pormenorizado. Cabe destacar que también es diabético.

La detención se produjo a primera hora de la mañana, alrededor de las 7.00, y el registro de la vivienda se dilató hasta pasadas las 11.00. Tras la inspección, fue trasladado hasta las dependencias policiales de Baiona. Según explicaron allegados a GARA, Álvarez pudo llevarse consigo los medicamentos que necesita, y sus familiares pudieron hacerle llegar algo de ropa y otros enseres ya en la comisaría de la capital labortana.

Por orden de Le Vert

El arresto, según informaron las agencias españolas, se llevó a cabo «en cumplimiento de una orden judicial por causas pendientes del arrestado en los tribuna- les». No especificaban de dón- de partió esa orden ni a qué causas respondería, pero Askatasuna y allegados del andoainda-rra informaron a este diario de que fue obra de Laurence Le Vert y que la detención se enmarcaría en un sumario que instruye y «está a punto de cerrar» la magistrada «antiterrorista» parisina.

Se da la circunstancia de que la detención de Álvarez se produce a pocos días de las de otros dos integrantes del colectivo de exiliados políticos. El pasado 24 de enero la Policía francesa apresaba al villabonarra Eneko Galarraga en su domicilio de Urruña. Cinco días más tarde, era detenida la irundarra Ainhoa Adin en Hendaia. Los dos hacían una vida totalmente normal en las citadas localidades y habían incluso formado familia en los últimos años. Tanto Galarraga como Adin fueron puestos en libertad días después.

Pello Álvarez Saleta fue arrestado por vez primera el 7 de febrero de 2007 en Ziburu, don- de residía desde hacía años. Fue el propio detenido quien comunicó a los agentes que padecía cáncer, mostrándoles incluso su historial médico. Ante ello, en lugar de conducirle a dependencias policiales, en un primer momento le trasladaron a un hospital.

La orden de busca y captura, fechada el 29 de enero de aquel año, había partido del juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón, quien le vinculaba al bilbaino Iker Agirre, detenido días antes en Girona por la Policía española.

Tras permanecer tres días en manos de la Policía francesa, el andoaindarra fue puesto en libertad bajo control judicial después de comparecer ante el adjunto del fiscal del Tribunal de Apelación de Pau. Sin embargo, esa misma instancia judicial, el 28 de febrero, respondió afirmativamente a la euroorden dictada por Garzón, aunque precisó que la entrega no se llevaría a cabo mientras que el joven no evolucionara favorablemente de su grave dolencia.

La entrega no se llegó a producir. De hecho, fue el propio Álvarez quien posteriormente, el 28 de junio, se presentó, de manera voluntaria, a declarar en la Audiencia Nacional. Baltasar Garzón decretó su puesta en libertad condicional.