RADIOGRAFÍA DE LA RED DE CERCANÍAS DE RENFE EN GIPUZKOA
Eguzki concluye que hay abandono y serios obstáculos de accesibilidad
El abandono es evidente, hay serios obstáculos de accesibilidad, potenciales situaciones de riesgo y escasa oferta de servicios. Esas son las ideas principales que se desprenden del informe elaborado por Eguzki en torno a la red de cercanías de Renfe en Gipuzkoa. Este organismo pide que, en los tres próximos años, un 1% del dinero que se quiere destinar al TAV, 60 millones de euros, se destinen a las mejoras de este servicio.
Maider IANTZI | DONOSTIA
El movimiento ecologista Eguzki visitó durante el pasado mes de enero todas las estaciones y apeaderos que tiene el servicio de cercanías de Renfe en Gipuzkoa, con el fin de elaborar un estudio sobre su situación.
En la comparecencia de prensa que ofrecieron ayer sus representantes en el Koldo Mitxelena, quisieron aclarar que no pretenden «cargar las tintas» contra el servicio de Renfe y desacreditarlo, sino «todo lo contrario». Su idea es analizar la situación para mejorarla, y ayudar así a «frenar la locura de la movilidad motorizada individual». Muchos de los autores de esta radiografía son usuarios cotidianos del tren. Ese es precisamente el incentivo que les ha motivado para realizar el trabajo. Ese, y también «la rabia» que sienten al ver que «las instituciones están dispuestas a derrochar dinero sin límites -más de 6.000 millones de euros- para un tren -el TAV- que usarán unos pocos, mientras el servicio de cercanías languidece a pesar de ser usado y ser necesario para un sector importante de los guipuzcoanos».
Eguzki ha analizado una por una las 29 estaciones que tiene en activo Renfe en la provincia, prestando especial atención a los problemas de accesibilidad, tanto a las estaciones como al propio tren. Asimismo, ha observado -y fotografiado- la situación en cuanto a cobertura frente a la climatología, riesgos, obstáculos arquitectónicos, servicios públicos, taquillas, máquinas expendedoras de billetes, limpieza y uso del euskara.
La plataforma que trabaja en favor de una sociedad más sostenible ha tomado nota de la puntualidad de los viajes, de los horarios y frecuencias, y también sobre la tipología de los usuarios. Por último, ha puesto encima de la mesa una serie de propuestas de cara a mejorar el servicio actual y «quizás así, lograr que usuarios motorizados migren al transporte ferroviario de cercanías».
Eguzki propone mejorar la accesibilidad y la situación de las estaciones y apeaderos. En concreto, emplaza a establecer un plan a corto plazo para eliminar las barreras arquitectónicas instalando ascensores. Insta a mejorar la cobertura para los usuarios, así como a habilitar y/o reabrir algunas estaciones.
Considera que se deben construir pasos subterráneos y eliminar paulatinamente los pasos a nivel, para que nadie pase por encima de los raíles. También ve necesario la mejora de los servicios públicos y de la información ofrecida a los usuarios; el aumento de servicios directos y frecuencias; la construcción de dos nuevas estaciones en Intxaurrondo y Amara. «Estas son dos promesas que llevamos tiempo escuchando en época electoral, pero que no acaban nunca de arrancar», denunció.
Para terminar, apuntó que es posible la reducción en un 10% de los actuales tiempos de desplazamiento, «que son los mismos desde hace 15 años, a pesar de las mejoras técnicas que se han producido en ese tiempo», y propuso que se estudie la posibilidad de ampliar la actual red de cercanías, extendiéndola a las zonas que carecen de tren: Urola bailara (Zumaia-Azkoitia) y Debagoiena (Bergara-Arrasate-Aretxabaleta).
Eguzki interpretó los datos recogidos en el estudio del pasado enero ámbito por ámbito. He aquí los apartados más importantes:
Accesibilidad
Al parecer del movimiento ecologista, la accesibilidad a las estaciones y apeaderos es «bastante deficiente». Doce de ellas presentan obstáculos arquitectónicos no sólo para las personas con minusvalías físicas sino también para aquellas que tengan la movilidad reducida por la edad, coches de niños, embarazadas, paquetes y bultos... En esos casos señalados se deben subir y bajar escaleras para acceder a la estación o al apeadero. A Hernani erdia, con 95 escaleras, le siguen en el ranking Ormaiztegi, Anoeta y Andoain erdia, con 40; Tolosa apeadero, con 35; Herrera... En lo que respecta a la accesibilidad al tren, el propio diseño de los vagones y sus escaleras, así como el de los andenes y raíles, hace que en numerosas estaciones la altura y el hueco a salvar para subir y bajar del tren sea excesivo y peligroso. Y, en el caso de la gente con necesidad de silla de ruedas, imposible. Por ello, a pesar de haber un espacio reservado para dichas personas, «jamás ninguno ha hecho uso del tren porque le resulta imposible superar el ascenso y descenso del vagón».
Como botón de muestra, citaron el caso del apeadero de Tolosa, donde el espacio entre el anden y el primer escalón supera los 60 centímetros de distancia y más de 20 de altura.
Cruce de vías
El análisis de Eguzki concluye que el acceso a los andenes en diferente sentido es totalmente deficitario y peligroso. Dieciocho estaciones y apeaderos no cuentan con paso subterráneo para cruzar las vías, exponiendo a los usuarios a peligros en algunos casos mortales. El caso reciente de Urnieta, donde murieron atropelladas dos personas, es ejemplo de ello. Existen cinco pasos a nivel con barreras y semáforo para vehículos y peatones que también suponen un peligro para la ciudadanía.
Estaciones y apeaderos
Doce estaciones permanecen cerradas durante todo el año, con la consiguiente falta de servicio expendedor de billetes, solicitud de información, pérdidas de objetos... De las diecisiete restantes, tampoco todas están siempre abiertas. A modo de anécdota, los representantes de Eguzki contaron que el vestíbulo de la estación de Billabona y Zizurkil se ha reconvertido en tienda de «chuches» y máquinas de refrescos, eso sí, el tendero también vende billetes junto a revistas del corazón. En Urnieta se pueden adquirir billetes en la librería cercana llamada Geltoki.
Cobertura y protección
De los 58 andenes -29 estaciones por dos andenes- en los que los usuarios deben de esperar a los trenes, 16 ofrecen una cobertura escasa o nula.
Servicios públicos
20 estaciones no cuentan con ningún servicio y de las 9 que disponen, en 5 es necesario solicitar llave en la taquilla.
El uso del euskara
En cuanto a la presencia del euskara en señalizaciones e información estática la situación se puede considerar como buena. No ocurre lo mismo con la utilización del euskara en aquellas comunicaciones o avisos orales, que se realizan en castellano.
Puntualidad, frecuencias...
Eguzki califica la puntualidad como aceptable, al igual que la velocidad de los trenes y las frecuencias, aunque piensa que se puede aumentar el número de servicios. Otros aspectos positivos reseñados por este organismo son la posibilidad de acceder con bicicleta, la seguridad de los trenes en circulación, la limpieza de los vagones y los precios de los billetes.
La mayor parte de los usuarios del tren son mujeres. Según recoge el estudio de Eguzki, en una proporción de 3 a 1. Esta mayoría se manifiesta en todos los segmentos: estudiantes, trabajadoras, tercera edad... excepto en el segmento de los inmigrantes, donde los hombres utilizan más el servicio ferroviario.