Según el informe elaborado por el instituto de salud laboral Osalan, la muerte del trabajador, de 58 años e identificado con las iniciales S.R.R.D, se produjo por la mañana cuando efectuaba labores de limpieza en la empresa Marmolería Rafael Arguedas Domínguez, ubicada en el barrio de Lutxana de Erandio.

El informe de Osalan considera el accidente laboral como «no traumático». S.R.R.D. podría haber sido víctima de un infarto.

El informe recoge que el trabajador fallecido era una persona de la que el gerente de la Marmolería Argueda «desconoce el domicilio y el teléfono de contacto -lo cual es irregular- que se encargaba de limpiar los vestuarios, el baño y el taller». A S.R.R.D le encontraron los trabajadores en la zona de vestuarios sobre las 9.00, «semiinconsciente y vomitanto en el suelo».

Horas más tarde, en Tolosa, un vecino de Donostia de 45 años falleció sobre las 16:30 horas al chocar frontalmente el camión de la marca Iveco que conducía, contra un monovolumen Kia Carens, en la calle Larramendi de la localidad guipuzcoana, informó la Ertzaintza. A raíz del impacto, el conductor del camión falleció, mientras que una mujer de 35 años y ocupante del Kia Carens fue trasladada a la Clínica Asunción de Tolosa.

Los datos de Lakua

Estas muertes coincidieron ayer con los datos sobre siniestralidad en la CAV presentados por el consejero de Empleo, Joseba Azkarraga, que cifró en 80 los muertos en accidentes de trabajo durante 2007. Una cifra que, según Lakua, «contabiliza tanto los datos oficiales, como los de colectivos que, como algunos autónomos y los empleados fallecidos en Euskadi pero pertenecientes a empresas del exterior, no se computan en la estadística oficial».

Los datos oficiales hablan de 56 trabajadores muertos en accidente laboral (51 en jornada de trabajo y 5 en in itinere). Lakua reconoció que en 2007 se produjeron otros 30 muertos en la CAV en accidentes laborales. La mayor parte, concretamente 22, fueron trabajadores autónomos «con las contingencias profesionales sin cubrir, unas cifras que no se incluyen en el cómputo oficial». Los otros ocho siniestros mortales se registraron entre empleados de compañías radicadas fuera de Euskadi pero fallecidos cuando desempeñaban su trabajo en Araba, Bizkaia o Gipuzkoa.

El director de Osalan, Ignacio Murguia, reconoció que las cifras oficiales de siniestralidad y los accidentes que realmente se producen «no siempre coinciden» y habló de «un lamentable baile de cifras».

Desde LAB, que convocó una concentración para mañana en Erandio, indicaron que «lo lamentable de las cifras no es el baile, sino el hecho en sí, ya que detrás de cada una de ellas hay un hombre o una mujer, muerto en accidente». La central abertzale indicó que lo «lamentable» es que desde las administraciones públicas se «maquillen las cifras». LAB se preguntó, tras conconer las cifras de Lakua: ¿dónde están esos muertos que no aparecen? Según LAB, un total de 100 trabajadores murieron a lo largo de 2007 en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.