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CRÓNICA Estreno polémico

Deeya Maskey, la primera actriz nepalí que se atrevió a besar en la gran pantalla

Deeya Maskey no alcanza a comprender la curiosidad que ha despertado el beso que da en una película recién estrenada en Nepal, pero la joven actriz nepalí pasará a la Historia como la primera que se atrevió a besar en la gran pantalla.

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Manesh SHRESTHA EFE

«No tuve ninguna duda cuando el director me preguntó si estaba dispuesta. Confiaba plenamente en el equipo de producción y sabía que la escena no se iba a rodar de una forma vulgar. Ha quedado decente, ¿no es cierto?", dijo Maskey. Estos días puede verse en las pantallas nepalíes la película «Kagbeni» del director Bhusan Dahal, una adaptación de la obra de teatro «La pata de mono» del autor británico W.W. Jacobs.

En la cinta, Maskey y su marido en la ficción, Saugat Malla, se besan apasionadamente durante una escena íntima tras conseguir instalar un exprimidor eléctrico en su destilería de brandy. El protagonista llega de la compra con el artilugio, le da el cambio a su mujer y le pregunta que dónde está su hijo, a lo que ella responde que ha salido a jugar. En ese momento, se acercan y se besan mientras él se quita la camisa e, inmediatamente, empiezan a hacer el amor, aunque en la escena tan sólo se ven los torsos de ambos.

Se trata del debut cinematográfico de Maskey, de 26 años, y de su compañero de osadía, de 27. La conservadora sociedad nepalí espera que una mujer reprima su sexualidad y no está acostumbrada a demostraciones públicas de afecto. Sin embargo, a la joven intérprete no le tembló el pulso cuando Dahal le ofreció el papel. Según Maskey, la secuencia fue rodada «con mucha naturalidad», pues no en vano forma parte de «una escena íntima entre un marido y su esposa».

Fue el joven Malla el que tuvo más reparos a la hora de interpretar el beso. «Pensaba en que tenía que controlarme mientras interpretaba la escena. Estaba muy nervioso, y tuvimos que hacer muchas tomas. Además, no sabía cómo se comportan los casados en esas circunstancias, porque soy soltero», explicó el actor. Finalmente, Malla se convenció de que se trataba tan sólo de una actuación. «Me dije a mí mismo que, si en otras escenas podía mostrar la suficiente emoción, ¿por qué no iba a poder también en ésta?», explicó.

Consciente de la polémica que podría generar el beso, el realizador del filme meditó mucho la incorporación de la escena en la película. «Primero me pregunté a mí mismo si la escena era realmente necesaria y, una vez que me decidí, pregunté a Deeya si estaba dispuesta a rodarla. Saugat también aceptó. Después de todo, es una escena de sexo entre un marido y su mujer, no un adulterio», expuso Dahal, que también debuta como director con esta cinta. «Yo ni siquiera pensé en el conservadurismo de la sociedad nepalí cuando estábamos haciendo la escena. Estaba convencida y le conté a mi familia que simplemente estaba actuando como una profesional. A ellos les pareció bien», abundó Maskey. Para el director, «es posible que Deeya estuviera más cómoda en esta escena porque está más cómoda con su sexualidad que Saugat». La condición de pareja legítima de los protagonistas ayudó a evitar el escándalo. De hecho, el beso solo no ha servido para hacer de la película un estreno de éxito. Aunque durante el periodo de promoción la película despertó la curiosidad del público, el interés decayó cuando fue estrenada. «La gente me preguntaba por la llamada escena caliente, pero después del estreno nadie ha hablado de ella», admitió el director.

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