OFENSIVA CONTRA LA IZQUIERDA ABERTZALE
El Estado español responde a la acción política de la izquierda abertzale con la detención de Barrena y Urrutia
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenó ayer la detención de Pernando Barrena, Patxi Urrutia y Unai Fano, después de que estos tres militantes de la izquierda abertzale participaran el sábado en Iruñea una charla en la que, ante un auditorio repleto, informaron sobre las conversaciones políticas que mantuvieron en Loiola en otoño de 2006 delegaciones del PNV, del PSE y de la propia izquierda abertzale.
I.IRIONDO-R.SOLA | GASTEIZ-IRUÑEA
En los archivos de este diario constan al menos 25 apariciones públicas de Pernando Barrena en ruedas de prensa o actos convocados por la izquierda abertzale -en ninguno figura la palabra Batasuna- después de la redada del 4 de octubre en Segura. En algunas de ellas estaba acompañado de Patxi Urrutia. Y en otro caso, también de Unai Fano. Por ninguna de ellas decidió el juez Baltasar Garzón tomar iniciativa judicial alguna por «reiteración delictiva».
Ha sido la aparición pública número 26 la que ha hecho que el magistrado dictara órdenes de detención contra Barrena, Urrutia y Fano. Se produjo el pasado sábado en Iruñea, donde ante unas 300 personas explicaron el contenido del proceso negociador que delegaciones de PNV, PSE y la izquierda abertzale protagonizaron en el santuario de Loiola en otoño de 2006. Unas conversaciones ante las que el PSOE ha dado reiteradas y públicas muestras de incomodidad. De hecho, cuando desde las filas jeltzales se filtró parte de su contenido, desde el partido en el Gobierno español se siguió negando trascendencia política a aquellas reuniones.
Fuentes jurídicas, citadas ayer por la agencia Efe, reconocían que las detenciones respondían a la intervención de Barrena, Urrutia y Fano en dicho acto. A los tres se les acusaría de «integración en organización terrorista» por «reiteración delictiva» por seguir actuando en nombre de la formación pese a su ilegalización. La actuación de Garzón se enmarca en las diligencias 320/07, abiertas por el magistrado tras la operación desarrollada en octubre en la localidad guipuzcoana de Segura, en la que fueron detenidos una veintena de dirigentes abertzales, de los que 17 fueron finalmente encarcelados.
Apoyo vecinal
Las detenciones de Pernando Barrena y Patxi Urrutia se produjeron al mediodía de ayer, aunque según pudo saber GARA la presencia policial a su alrededor fue detectada desde primeras horas de la mañana.
A Barrena un grupo de poli- cías de paisano lo abordó a la salida de un bar cercano a su domicilio, cuando iba a dirigirse al Ayuntamiento a cumplimentar unos trámites. Después de la detención, sobre las 13.50 Barrena fue trasladado a su casa, donde permaneció hasta aproximadamente las 16.00, mientras las fuerzas policiales procedían al registro de la misma. Durante todo ese tiempo, recibió el apoyo de más de un centenar de vecinos de todas las edades que permanecieron cerca de su portal. Cuando a Pernando Barrena lo volvieron a introducir un vehículo camuflado para llevárselo a dependencias policiales, se escucharon gritos de «Aupa Pernando» o «Jo ta ke, irabazi arte». Ya dentro del coche policial, el dirigente abertzale hizo la señal de la victoria, mientras algunos de los concentrados se situaban ante los vehículos con el puño en alto.
Entre quienes acudieron al lugar estaba el alcalde, Xabier Lasa (Nafarroa Bai), y también allegados de Barrena, como su padre, que hace ya varios años fue concejal del PSN en la localidad. Estaba asímismo la compañera de Pernando Barrena, a quien inicialmente las FSE no dejaron subir al domicilio, aunque finalmente accedieron. La Policía española tomó la calle impidiendo el paso de la gente, con el apoyo posterior de varias dotaciones de la Guardia Civil.
Patxi Urrutia, por su parte, fue detenido en Alde Zaharra de Iruñea. De allí fue conducido a su localidad natal, Amaiur, donde comparte una casa con sus hermanos, a la que acude los fines de semana y en vacaciones, según precisaron las agencias de noticias. Urrutia, acompañado de los agentes, permaneció en la casa desde las 15.30 hasta aproximadamente las 17.00.
Patxi Urrutia se encontraba en libertad bajo fianza desde octubre del pasado año, cuando fue detenido en la redada de Segura. El juez decidió entonces imponerle una fianza de 24.000 euros para dejarle libre por motivos de salud. En aquella ocasión también fue registrado el mismo domicilio familiar.
Confusión en torno a Fano
Mientras anochecía en Euskal Herria, las agencias de noticias daban cuenta de que las FSE llevaban a cabo una amplio despliegue para tratar de localizar a Unai Fano, uno de los ponentes de la charla del sábado. Hacia las 14.00 se difundió la noticia de que había sido detenido en un domicilio de Larrabetzu, lo que fue desmentido cuatro horas despúes. Según la nueva versión, Fano no se encontraba en la vivienda cuando la Policía acudió a detenerlo, lo que no impidió que la registraran.
Ya sobre las 22.00, vecinos de Hernani eran testigos de cómo la Policía española acordonaba una zona de la calle Leizaga y procedía a entrar en un piso. Pero no era el de Fano. Los agentes se habían equivocado, y a medianoche esperaban la orden judicial pertinente para poder irrumpir en la vivienda del joven, ubicada en el piso superior.
Fano fue asesor de la comisión negociadora de la izquierda abertzale en las conversaciones de Loiola. Hace un año compareció junto a Arnaldo Otegi para denunciar la aparición en su vehículo de un sistema de seguimiento e interceptación de conversaciones. El artilugio fue mostrado ante la prensa. Ese día, Fano llegó tarde a la comparecencia porque la Guardia Civil lo retuvo en un control.
En Berriozar y Baztan no hubo que esperar para que los dos detenidos recibieran muestras de apoyo. Los vecinos de Amaiur siguieron el registro de la casa de Patxi Urrutia y han convocado una protesta para mañana, pero ya anoche en la capital del valle, Elizondo, 32 personas participaron en una movilización improvisada.
En Berriozar fue patente el malestar durante todo el día. Los ediles de ANV resaltaban ante el domicilio de Barrena que la izquierda abertzale está implicada en una doble iniciativa -explicar las conversaciones de Loiola y socializar la Propuesta de Marco Democrático- y se preguntaban «a qué tiene miedo el Gobierno español». El alcalde, de NaBai, emitió una nota en la que pide la libertad de Barrena. Por la tarde, más de un centenar de vecinos se manifestó y logró hacerse oír ante las cámaras de TVE. La Guardia Civil amenazó con cargar e identificó a cuatro personas.
En Larrabetzu se concentraron 60 personas, mientras que en Hernani, tras llevar a cabo una asamblea, 350 personas tomaron parte en una manifestación.
La charla que Barrena y Fano ofrecieron el sábado en Iruñea, y que moderó Urrutia, contó con la participación de unas 300 personas, que conocieron de primera mano detalles de las conversaciones de Loiola.
Unai Fano, asesor del equipo negociador de la izquierda abertzale, denunció hace un año la aparición de un equipo de seguimiento e interceptación de conversaciones oculto en el parachoques de su vehículo.