El comisario europeo de Justicia, Seguridad y Libertades, Franco Frattini, presentó el miércoles en Bruselas un plan para controlar y fichar a todos los viajeros de fuera de la Unión Europea que lleguen a su territorio.

Con la excusa de «combatir la inmigración irregular, la delincuencia y el terrorismo», expuso un ambicioso plan de control de fronteras que implicaría un registro electrónico de personas no comunitarias, que podría incluir datos biométricos -huellas dactilares, escáner de la cara, datos del iris...-, el control fronterizo terrestre y marítimo y la potenciación de la agencia Frontex.

Además, Bruselas pretende crear un registro de viajeros habituales y «de buena fe» que, de forma voluntaria, entreguen sus datos biométricos y de su pasaporte. «Queremos facilitar los viajes de las personas honradas y, a la vez, impedir la entrada de terroristas, inmigrantes ilegales o delincuentes», indicó Frattini.

El plan podría estar operativo en 2015, una vez aprobado por el Parlamento europeo y los países miembros de la UE.

Enfrentamiento

Por otro lado, EEUU se ha vuelto a enfrentar a la Comisión Europea al decidir negociar bilateralmente con algunos estados de la UE nuevas medidas de seguridad para los vuelos transatlánticos, menospreciando el acuerdo global adoptado en 2007.

Frattini consideró «inaceptable» negociar bilateralmente cuestiones de competencia comunitaria, mientras que Jona-than Faull, un alto responsable de la Comisión, opinó que EEUU pretende dividir a los Veintisiete, aprovechando las frustraciones de algunos, ya que se ha acercado a los países de Europa del Este y a los nuevos miembros que no se benefician de la exención de visados para entrar en EEUU.

A juicio de Faull, EEUU acabará pidiendo a todos los miembros de la UE asumir nuevos compromisos a cambio de mantener ese sistema.