La distribución ya no respeta ni a los viejos patriarcas del cine de autor, así que sigue sin estrenarse la anterior realización de Alain Resnais, titulada «Pas sur la bouche», seguramente porque no recibió los premios que sí adornan, en cambio, el cartel de «Coeurs». Ese es el título original en francés, reemplazado en el resto del mundo por el de la obra teatral en que se basa, la pieza del inglés Alan Ayckbourn «Asuntos privados en espacios públicos». Resnais ya adaptó al autor en «Smoking/No Smoking», la película interactiva que permitía escoger entre dos finales distintos.

A pesar de que aquí no se da tal planteamiento, el nuevo montaje también se caracteriza por su suma de elementos sueltos intercambiables. Es una dramaturgia que prefiere la parte al todo, por lo que en lugar de un desarrollo argumental maneja una serie de cuadros o escenas al modo de las historias que se entrecruzan o complementan unas a otras. Un esquema en el que Resnais introduce el estilo fílmico que define su última etapa y que se sustenta en la estrecha relación entre los decorados y los intérpretes.

La puesta en escena viene a ser la de una opereta, tal como sucedía en el musical «On connaît la chanson», con la única diferencia de que los actores y actrices no cantan. El paisaje de un París cubierto por la nieve artificial crea una sensación muy irreal, en medio de la cual seis personajes se mueven mentalmente, siguiendo una coreografía que se asemeja a un baile de parejas sujeto a distintas combinaciones.