Por primera vez desde que accediera al cargo hace veinte años, Juan Luis Larrea tendrá oposición en su camino a la presidencia de la Federación Guipuzcoana. Y no es una oposición desdeñable, ya que, de momento, aúna a cuarenta equipos.

En el fondo de esta división parece encontrarse el convenio del fútbol base. «Las cosas han ido degenerando y ahora hay un grupo de clubes que quiere defender directamente sus cosas y se ha decidido que los clubes presenten un nombre para presidir la Federación», explica Sebas Martija, representante del Zarautz y miembro de la comisión que trabaja en la elaboración de la candidatura.

Martija desveló en el acto de presentación que «el embrión fue un convenio que unió en su día a 62 clubes» y la posterior defensa por el equipo de Larrea que, en opinión de estos conjuntos, «no se hizo bien desde la federación», ya que «lió a todos diciendo que sí, luego que no y apoyó a clubes que eran minoría y que no querían ese convenio».

Este grupo, por otro lado, se ha sentido «ninguneado» por el equipo de Larrea, de ahí su decisión de reunirse en la Diputación y no en las instalaciones de la Federación.