Al menos 470 personas fueron detenidas y otras nueve resultaron heridas, después de dos días de enfrentamientos en diversas regiones de Panamá entre obreros del sector de la Construcción y la Policía Nacional (PN), según fuentes oficiales.

En un comunicado, la Policía informó de la detención de 473 ciudadanos, la mayoría del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (Suntracs), que protestaba por la muerte el martes de un compañero que recibió un disparo por la espalda realizado por un agente en la ciudad caribeña de Colón.

Sin embargo, las cifras oficiales no concuerdan con las del Suntracs que denunció el arresto de por lo menos 550 personas. Su subsecretario de organización, Luis González, resaltó que la cifra es mucho mayor, aunque aún están haciendo el inventario por provincias.

«Nosotros no tenemos cifras exactas aún, pero hasta ahora hemos contabilizado unas 550 personas detenidas en estos dos días, incluyendo las que fueron sacadas de sus proyectos de construcción a la fuerza, como arquitectos, ingenieros y maestros de obras», subrayó.

Disparos y gases lacrimógenos

El martes, Airomi Smith recibió un disparo mortal, otros dos trabajadores resultaron heridos y 31 fueron arrestados tras participar en una manifestación en el puerto atlántico de Colón contra el elevado costo de la vida en Panamá y demandar medidas legales que garanticen la seguridad de los trabajadores de la construcción. Tras conocerse la noticia, miembros de este sindicato tomaron las calles y bloquearon las principales avenidas, por lo que miles de vehículos quedaron atrapados.

Carpinteros y albañiles arrojaron piedras contra los policías que emplearon cañones de agua. A esta protesta se sumaron los estudiantes de la Universidad Estatal de Panamá, que a última hora fueron dispersados por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos.

El presidente, Martín Torrijos, ordenó ayer una investigación con «todo el rigor» sobre la muerte de Smith, mientras el ministro de Justicia, Daniel Delgado, afirmó que en Panamá se respeta el derecho a la protesta pacífica, pero que no «admitirá los desórdenes, los cierres de calles y la inestabilidad».

Suntracs acusó al Gobierno de desarrollar una «campaña sucia» en contra de líderes del movimiento sindical panameño.

El dirigente sindical Saúl Mendez no descartó la intención de interponer los recursos legales para encontrar a los culpables de la muerte de Smith.

El sindicato exigió la destitución inmediata del director de la Policía Nacional, Rolando Mirones, y del ministro de Gobierno, Daniel Delgado Diamante, la creación de una comisión independiente para investigar las muertes en agosto de Osvaldo Lorenzo y Luiyi Arguelles, y la de Smith, la puesta en libertad de los detenidos y que se ponga fin a las muertes «selectivas» de militantes sindicales y sociales.