La reacción de Hizbullah tras la muerte de Imad Moughnieh en atentado el martes en Damasco no se hizo esperar. El líder de la formación libanesa, Hassan Nasarallah, declaró, mediante una grabación difundida en los funerales celebrados en Beirut, que «si Israel quiere guerra abierta, la tendrá, puesto que ha sobrepasado todos los límites». El ministro de Exteriores de Irán también participó en las exequias por Moughnieh.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tenía previsto celebrar ayer una reunión extraordinaria a puerta cerrada, solicitada por Serbia y apoyada por Rusia, ante la posibilidad de que Kosovo declare su independencia de forma unilateral en los próximos días.

El teléfono de los «superdelegados» del Partido Demócrata no deja de sonar. Lo mismo ocurre con los mensajes electrónicos o los sms de los móviles. No dejan de llegar. El objetivo, lograr como sea el respaldo de esta figura clave que data de 1982. «Todo el mundo nos está bombardeando con correos», comentaba hace unos día en «New York Times» Donna Brazile, dirigente demócrata.

Tras el fracaso del golpe de Estado y del sabotaje petrolero de 2002, asistimos ahora a un intento de minar al Gobierno a través del sabotaje al abastecimiento de alimentos. Otra muestra de los paralelismos en las estrategias de derrocamiento de Salvador Allende en Chile y de Hugo Chávez en la Venezuela bolivariana.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se despidió ayer advirtiendo a Ucrania, Polonia y la República Checa de que los misiles rusos apuntarán a sus territorios en el caso de que acojan bases de la OTAN o el escudo antimisiles de Estados Unidos.

Los barrios de Noerrebro y Vesterbro de Copenhague han sido escenario de enfrentamientos que se han saldado con la detención de 17 jóvenes y el incendio de medio centenar de vehículos así como de un gran número de contenedores. Doce de los detenidos quedaron libres.