Aritz Aranburu comienza este fin de semana en Australia su histórica andadura en el circuito mundial WCT. El joven zarauztarra será el primer vasco en competir con los 45 mejores surfistas del planeta y afronta desde hoy un calendario impresionante que aglutina a 11 de las mejores olas del mundo. Un sueño cumplido que, esperemos, tenga continuidad en los próximos años.

El surfista guipuzcoano se enfrentará a 17 australianos, 9 estadounidenses, 6 brasileños, 5 hawaianos, 4 sudafricanos, 2 franceses y un portugués, en una edición marcada por la presencia de cuatro europeos, todo un récord para el mundillo. Concretamente, Jeremy Flores -mejor rookie de 2007-, Tiago Pires y Mikael Picon acompañarán a Aritz Aranburu en su primera experiencia. En cuanto a las sedes, Australia también se lleva la palma con dos pruebas, acompañado por Tahití, Islas Fiji, Sudáfrica, Estados Unidos, Euskal Herria, Estado francés, Brasil, Hawaii y una última sede aún por determinar.

Aranburu estrenará la temporada en la costa este de Australia, en la zona conocida como Gold Coast y en una ola llamada Snapper Rocks que, según cuentan los entendidos, es una derecha interminable que no se caracteriza especialmente por su gran tamaño. En la primera ronda, el zarauztarra entrará al agua en la manga número 12 y se medirá al australiano Kai Otton y al sudafricano Travis Logie. Aritz cuenta con una amplia experiencia en esa ola, por lo que el escenario puede ser ideal para comenzar el año logrando con un buen resultado.

Sin embargo, mal haríamos en cargar con demasiada presión las espaldas de Aritz Aranburu. No hemos de olvidar que, a pesar de sus notables apariciones del año pasado, es un rookie en la competición con todo lo que ello supone. Además, teniendo en cuenta que unos 15 de los 45 competidores del circuito perderán la categoría, hacer un buen trabajo en las pruebas más importantes del WQS también se antoja como una empresa importante de cara a prolongar su experiencia en la elite del surf mundial. Esa es, precisamente, una de las grandes diferencias del surf en comparación con otros deportes más conocidos entre nosotros: competir en el WCT -la primera categoría- no es obstáculo para hacer pruebas WQS -el segundo circuito- y quedar en puestos de descenso en el primero se puede neutralizar entrando en puestos de ascenso en el segundo. Lo comentamos por si acaso.

Aranburu afronta el reto con su habitual entusiasmo y una confianza enorme en sus propias posibilidades. En distintas declaraciones realizadas en los días previos a su debut, el zarauztarra apuntaba la importancia de «no cometer errores», porque al contrario de lo que sucede en el WQS -unas 45 pruebas entre las que poder elegir-, el WCT consta de sólo 11 pruebas en los que «cada fallo puede costar muy caro». En cuanto a las puntuaciones finales, por ejemplo, cada surfista puede descartar sus dos peores resultados para quedarse con los nueve mejores, mientras que en el QS se computan sólo los siete mejores resultados.

En el apartado técnico, el de Zarautz está contento porque se ha adaptado «muy bien» a las tablas nuevas, que serán muy importantes a la hora de enfrentarse a ciertas olas en las que el más mínimo detalle puede resultar crucial. En ese sentido, más de uno ya sueña con ver a Aritz en las monstruosas olas de Teahupoo, uno de los escenarios más emblemáticos del circuito.

Cara a cara con los mejores

Otra diferencia entre las pruebas QS y las pruebas CT reside en que las mangas, excepto la primera que se disputa con tres surfistas en el agua, se juegan en modalidad cara a cara, con sólo dos competidores en el agua. La diferencia puede parecer insignificante, pero según afirman los propios protagonistas, la elección de cada ola se convierte en una cuestión primordial y una mala opción puede ser sinónimo de eliminación.

En cuanto a los rivales, Aranburu se tendrá que enfrentar a algunos de los mejores surfistas de todos los tiempos. Pero ese aspecto, el psicológico, es una de las facetas que más cuida el surfista vasco y en el que más incide su entrenador, Aitor Francesena. En ese sentido, el mejor ejemplo está en sus actuaciones del año pasado.

Y es que la gente no olvida su buen trabajo tanto en Hossegor, donde tuvo contra las cuerdas al ocho veces campeón Kelly Slater en la primera manga y se clasificó para la siguiente ronda, como en Mundaka, donde superó al tres veces campeón Andy Irons para medirse a Taj Burrow en la tercera manga. Son precedentes muy a tener en cuenta y que deben servir para afrontar este nuevo reto con la tranquilidad suficiente para sacar todo el surf que Aritz lleva dentro. Esperemos que así sea.