Eleccinoes en estado de excepción
PP y PSOE afirman que defienden el Concierto y UPN busca aval sindical
GARA | BILBO
Como se había anticipado antes de la campaña, el debate sobre cuestiones económicas ha tomado la delantera en la agenda de los partidos. Y, en concreto, en la CAV es el Concierto Económico el que acapara las discusiones de entrada. La propuesta lanzada el jueves por el PNV para celebrar un acto en defensa de esta norma como «principal instrumento de autogobierno» hizo ayer que otros partidos expusieran sus compromisos al respecto, y acusaran a sus rivales de no hacer lo suficiente.
A la cuestión se refirieron, además del PNV, que es quien la ha puesto sobre la mesa, los candidatos del PP, del PSOE o de Aralar. Iñigo Urkullu, presidente del EBB, insistió en una entrevista radiofónica en la necesidad de dar un paso adelante en defensa del Concierto, no sólo ante la vista prevista paara el próximo jueves en el Tribunal de Luxemburgo, sino en general de cara a la siguiente legislatura del Parlamento español.
«Esto es algo que hemos intentado esta legislatura pasada en las Cortes Generales del Estado», apuntó. Aseguró que el grupo jeltzale ha perseverado para arrancar al PSOE un compromiso de blindaje de las normas forales de las Juntas Generales, «pero no lo hemos visto cumplimentado». Y aseguró que seguirán «reivindicando lo que es un hecho diferencial».
En la misma línea se expresó el cabeza de lista al Congreso por Bizkaia, Josu Erkoreka, para quien el blindaje del Concierto es una demanda «reiterada y secular» por parte de las instituciones vascas. Apuntó que en la pasada legislatura se ha perdido una «excelente ocasión» para hacerlo efectivo porque PSOE y PP «se han echado atrás a la hora de la verdad».
«Aquí defienden ardientemente ese blindaje, pero en Madrid no son capaces de ser coherentes con ese planteamiento», afirmó Erkoreka antes de añadir que eso «no se puede pasar por alto en una campaña electoral».
El PSOE ve electoralismo
Tanto desde el PSOE como desde el PP se respondió rápidamente a este reproche jeltzale. Ambos entienden que la bandera del Concierto es esgrimida ahora por el PNV con claros objetivos electoralistas.
El PSE llegó a emitir un comunicado al respecto, en el que responde a la propuesta de Urkullu y sus tres diputados generales para acordar un blindaje de la norma. El partido que dirige Patxi López calificó de «sorprendente» la comparecencia de anteayer y especialmente el inten- to jeltzale de darle un carácter institucional cuando «se presentó en la sede de un partido, sin consensuar el texto con el resto de fuerzas políticas y con presencia exclusiva de representantes de ese partido».
El PSE respondió al PNV que hasta el momento no han recibido documento alguno con la propuesta, y replicó a sus críticas indicando que el PSE «siempre ha defendido y defenderá la institución del Concierto Económico como uno de los pilares de nuestro autogobierno».
«Da la impresión, una vez más, de que el PNV trata de hacer uso electoral del Concierto en lugar de buscar la unidad de las fuerzas políticas para defenderlo», añade la nota.
Por parte del PP, fue el candidato al Senado por Araba y ex diputado general, Ramón Rabanera, quien se alineó también en defensa del Concierto. Éste criticó que el PNV trate de monopolizar este asunto «como si fuera una exigencia exclusivamente del mundo nacionalista».
En un acto electoral que tuvo lugar en la capital alavesa, Rabanera prometió también que el PP defenderá esta norma porque «no es patrimonio de nadie, sino del conjunto de los ciudadanos vascos».
Entre las formaciones que pueden sintonizar más con la propuesta de unidad de acción del PNV estaría Aralar, que se muestra receptiva tras escuchar los argumentos lanzados por los jeltzales desde Sabin Etxea. Su vicecoordinador, Jon Abril, comentó en cualquier caso que el PNV «no ha hecho lo suficiente» para lograr el reconocimiento de la autonomía fiscal vasca en la Unión Europea.
«A priori, estamos de acuerdo en que hay que defenderlo en Europa porque, además, siendo soberanistas, lo lógico es ese planteamiento. Sin embargo, lo tendremos que estudiar y ver la letra pequeña del manifiesto», apuntó Abril. En declaraciones a Europa Press, añadió que «es verdad que en parte hay una relación entre lo que es el Estatuto y el Concierto, pero este último es anterior al Estatuto y es un derecho histórico, incluso anterior a la Constitución».
Debate económico PP-PSOE
Al margen de la cuestión concreta del régimen fiscal vasco, la economía estuvo muy presente también en la intervención del candidato del PSE por Gipuzkoa, Miguel Buen, en Arrasate. Allí acusó al PP de pretender ajustar la economía a través de recortes de derechos sociales.
Buen se apoyó en datos económicos de ámbito estatal, como el nivel de crecimiento de 2007, que cifró en el 3,8% frente al 2,9% producido en 2004, el último año del Gobierno de José María Aznar. Si bien admitió que se está produciendo una «desaceleración» que no es patrimonio del Estado español «y que no significa ni recesión ni crisis», subrayó que la receta del PP para superar esta situación consiste en «recortes de derechos sociales y laborales» y «cambios legislativos sin el consenso de los agentes sociales», lo que tildó de inaceptable.
Frente a ello, aseguró que el PSOE ofrecerá «potenciar el diálogo social y activar medidas que previamente hayan sido acordadas en el marco de ese diálogo».
Así las cosas, el cabeza de lista del PSOE al Congreso por Gipuzkoa reclamó a los ciudadanos que apoyen al PSOE, y no al PP, porque este último «significa retroceso y recorte de derechos de los trabajadores, no de los `pizarros' de turno», dijo en referencia al número 2 de la candidatura de Mariano Rajoy.
Precisamente, a combatir esta imagen se ha dedicado UPN-PP desde el primer día de campaña. Sus candidatos optaron por reunirse ayer mismo con dirigentes de los sindicatos UGT y CCOO para trasladarles sus propuestas económicas.
La reunión viene a dar continuidad a la buena relación general que mantiene el partido de Miguel Sanz con estas dos centrales, y que ha quedado en evidencia tanto en el reciente acuerdo socioeconómico suscrito por las tres partes y la patronal como en las reticencias mostradas desde UGT y CCOO cuan- do se barajó la opción de un gobierno alternativo conformado por Nafarroa Bai, PSN e IUN, que finalmente no cuajó.
Los encargados de llevar sus planteamientos a las dos cúpulas sindicales fueron la cabeza de lista al Senado, María Caballero, y sus compañeros de candidatura José Cruz Pérez Lapazarán y José Ignacio Palacios.
UPN defiende su apuesta
La reunión sirvió en realidad para que UPN hiciera apología de su «apuesta por el diálogo y la concertación social», obviando que otras centrales como ELA y LAB han quedado totalmente excluidas. Pérez Lapazarán dijo que esta política «ha tenido muchos beneficios para la Comunidad Foral, para los trabajadores y para el mundo empresarial».
Entre las ideas que UPN trasladó a los representantes de UGT y CCOO destaca su apuesta por «dar más seguridad a la inversión». También indicó que el Estado español «tiene que tener credibilidad a nivel internacional. Cualquier gobierno serio, que pretende hacer una política económica adecuada, tiene que tener credibilidad a nivel internacional».
En consecuencia, dijo que desde el PP se ve con preocupación «cómo el nivel de credibilidad de España ha caído del puesto 17 al 35, por lo que en estos momentos es un país poco creíble y que, por tanto, ofrece pocas garantías respecto a inversiones».
En conclusión, UPN secundó la apuesta del PP por fórmulas como los beneficios fiscales, las garantías para las empresas y para las inversiones y la «seguridad jurídica» general, y trató de convencer a UGT y CCOO de que ése es el camino correcto.
Pérez Lapazarán añadió que su partido también quería conocer de primera mano cuál es la posición de estos dos agentes sindicales, «sus problemas, sus aspiraciones y sus ilusiones», con el fin de poder trasladarlas posteriormente a las instituciones en las que UPN está representada al máximo nivel.
Nafarroa Bai se hizo eco ayer del debate televisivo entre los candidatos de PSOE y PP Pedro Solbes y Manuel Pizarro. Su número dos, Juan Carlos Longás, profesor de Economía, lo calificó como «sumamente aburrido y con poca gracia»; añadió que Solbes fue «más solvente técnicamente» y acusó a Pizarro de catastrofista.
GARA