El Gobierno surafricano ha levantado la moratoria que ha prohibido en los últimos 13 años abatir elefantes aduciendo que en este periódo se ha doblado la población de estos grandes paquidermos (de 8.000 a 18.000). En peligro de extinción en los ochenta, esta especie emblemática se salvó in extremis por la prohibición del comercio de marfil. El Fondo Mundial para la Vida Salvaje (WWF) ha reconocido la superpoblación y ha pedido el máximo control en esta política. Ha recordado, en todo caso, que el elefante está confinado por barreras artificiales y ya no puede migrar a los grandes espacios de la sabana africana.