Marcar los penaltis está siendo una de las asignaturas pendientes
GARA | EIBAR
Penalti suele ser sinónimo de gol. No en el 100% de las ocasiones, pero sí en un alto porcentaje. Salvo en el caso de este Eibar, que parece maldito a la hora de ejecutar las penas máximas.
Siete son las ocasiones en las que los colegiados han señalado el punto fatídico del área rival a lo largo de esta campaña. Más de la mitad, cuatro, no han acabado en el fondo de las mallas. «Ya hay cuatro futbolistas que han fallado alguno, así que nos vamos a quedar sin balas», apuntaba Manix Mandiola tras el error de Asier Goiria el domingo frente al Málaga.
En la jornada 4, el capitán Ander Alaña veía como su disparo era atajado por el meta del Nastic, Roberto. En aquella ocasión no hubo que lamentarse, porque se sumaron los tres puntos (2-0).
Más caro se pagó el error de Nico Medina en la 13. El error del chileno Nico Medina en Castellón resultó definitivo para la suerte del encuentro, porque su disparo lo detuvo Carlos Sánchez y el resultado final fue de 0-0.
En la jornada 19 quien perdió la oportunidad fue Jon Altuna, que lanzó demasiado alto sobre la portería del Albacete, si bien el Eibar ganó por un apurado 1-0.