Iñaki Badiola necesita lograr más de diez millones de ingresos en cuatro meses para cuadrar las cuentas y para asumir el coste de los fichajes realizados en invierno. El mes de junio será clave porque el equipo se juega el ascenso, vital para el futuro económico y deportivo, y la Real debe pagar la segunda parte de las fichas de los jugadores, suma que ha subido sensiblemente con los fichajes realizados en invierno. Y ojalá tenga que abonar también las primas de ascenso ofrecidas por el presidente y aceptadas por la plantilla.

Badiola cifró en 2,7 millones el coste de los nuevos y, al ser cesiones, casi todo son sus fichas y será en junio cuando se abone la mayor parte del esfuerzo asumido en enero por la Real, que es la que ha firmado los contratos y la que está obligada a pagarlos.

El presidente blanquiazul anunció que si no se sube será su empresa la que abone el dinero y la Real sólo les pagará los pisos, pero también señaló que si se asciende el club sí debería pagar esas fichas y recuperaría el dinero que ha conseguido que entre en el club. Según informaciones llegadas a GARA, Badiola ha inyectado vía transferencia bancaria unos dos millones de euros, la mitad de los 4,2 en los que cifró su aportación a la Real. Se supone que la otra mitad será la que pondría en junio, cuando habrá que pagar las fichas de los nuevos y de los que estaban y, de ascender, unas primas que superarían los dos millones, cantidad que aumentaría en 5.000 euros por jugador si se acaba segundo y otro tanto si se logra ser primero.

El año pasado, con ingresos de Primera y un presupuesto más equilibrado, fue necesario en julio un adelanto de cinco millones de Kutxa por Zubiaurre para pagar las fichas y será entonces, ascienda la Real o no, cuando se verá la capacidad de Badiola, que siempre ha intentado aplazar los pagos hasta junio con la esperanza de que con el ascenso se puedan utilizar parte de los quince millones que en ese caso se lograrían de ingresos televisivos de la próxima temporada.

Esos dos millones son el único ingreso importante conocido en estos dos meses y habrá que ver cómo se contabilizan en las cuentas. El presidente siempre ha manifestado que su idea era no perder dinero y recuperar lo que ponga ahora después, con lo cual sería más un préstamo que como tal no se puede imputaría como ingreso y quizás debería ir al balance como una deuda del club con él, lo que dejaría el fondo de maniobra en situación difícil si la Real no genera ingresos para afrontar esa deuda y las restantes que tenga.

Aumento importante de gastos

Por ello Badiola sigue necesitado de lograr al menos otros diez millones de euros para pagar a sus jugadores y cubrir el presupuesto. En caso de no subir y de que el presidente cumpla su promesa de asumir el coste de sus jugadores, sí que podría figurar como ingreso extraordinario de Lighthouse esa cantidad que no debería ser devuelta para compensar lo que aumente el capítulo de las fichas. Al margen de asumir esos gastos él, faltarán algo más de ocho millones para cubrir el desfase entre ingresos y gastos al desaparecer medio año de Coleman y de Kean. En el caso de ascender, al incluirse las primas y el pago de los fichajes, el desequilibrio presupuestario podría subir a los catorce.

Y no hay noticias de grandes aumentos en los ingresos. Badiola basó su proyecto en un dinero que iba a llegar desde China, pero a corto plazo no hay perspectivas de ingresos. No hay noticias de que nadie pague dinero por cambiar el nombre del estadio ni por poner ningún lema en las camisetas -de hecho Badiola reconocía que la Real debería pagar un canon por utilizar el nombre de Pekín 2008- y el propio presidente vino a decir que antes de junio no estarán abiertas las dos tiendas.

Lo único que hasta junio llegarán desde China son 50.000 banderas con el lema «2008 Primeran» que Badiola piensa vender en Gipuzkoa, pero eso tampoco supondrá un ingreso muy alto. Por eso parece que las vías de ingresos más factibles son las apuntadas por el Consejo anterior, entre las que destacan el caso Zubiaurre -con cinco millones ya gastados-, la venta de terrenos de Zubieta y la del local de la calle Txurruka.