Las alegaciones presentadas inciden en «la falta de argumentación técnica» que justifique las modificaciones pretendidas para el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU); al hecho de que afectan «a una zona protegida por la Ley de Costas; y al procedimiento que, según la izquierda abertzale, está «viciado», entre otras razones, porque Barceló «aceptó las condiciones iniciales», que no contemplaban el derribo parcial o total de las galerías de Punta Begoña.

En rueda de prensa ofrecida ante el edificio consistorial, la izquierda abertzale dijo que los cambios previstos por la mayoría municipal suponen «acceder a las exigencias de Barceló, la adjudicataria de la construcción y explotación de un hotel en las galerías de Punta Begoña».

Respecto a qué significan las modificaciones previstas, explicaron que «se otorgarían a esta empresa 3.500 metros más de los adjudicados en el concurso, terrenos públicos -entre otros, el subsuelo de la plaza de Vicente Amezaga y la rotonda de Arriluze- que, a cambio de nada, quedarían ocupados por el hotel», toda vez que Barceló podría derribar parcial o totalmente las galerías, para su posterior reconstrucción».

Éste es, precisamente, uno de los nudos gordianos de la operación, algo que lleva a la izquierda abertzale a mantener que el procedimiento «parece viciado», ya que la cadena hotelera aceptó las condiciones iniciales, mientras que en la actualidad se sostiene que el proyecto peligra si no se derriban las galerías para acometer una construcción totalmente nueva.

Otro concurso

Al hilo de esto, la fuerza política abertzale, que no cuenta con representación legal en el Consistorio, cuestiona «hasta qué punto se pueden modificar las condiciones de una concesión derivada de un concurso público y después aplicar las nuevas condiciones, sin volver a recurrir a un nuevo concurso con unas bases técnicas nuevas».

En sus alegaciones, por otra parte, inciden en la inexistencia de argumentación técnica justificativa de los cambios. El argumento del supuesto mal estado de las galerías que pudiera justificar su derribo es rechazado por el Colegio de Arquitectos, y ni siquiera figura en el expediente de modificaciones expuesto al público. La izquierda abertzale incide en que esta eventualidad «se reduce a declaraciones de prensa, toda vez que un representante municipal admitió que los cambios son meras mejoras para el nuevo hotel, no condiciones sine qua non para el proyecto».

Considera la izquierda abertzale de Getxo que el interés de mejora de un proyecto económico privado «no puede anteponerse al interés de las y los getxotarras por conservar sus bienes y su patrimonio histórico y cultural, y así se ha expresado en cientos de alegaciones».