Maite SOROA
Los nervios de algunos
Algo tendrá, dicen, el agua cuando la bendicen. Y lo cierto es que las señales de nerviosismo que se empiezan a observar en sectores, como el que puede representar «El Correo Español», son bastante significativas.
En su editorial de ayer pretendía demostrar que «la llamada a la `abstención activa' de la izquierda abertzale por parte de ANV supone un cambio radical en su estrategia que debe interpretarse como un evidente signo de debilidad». Teniendo en cuenta que no les dejan presentarse a las elecciones...
Va más allá el escribiente de Vocento y advierte que «si, además, este cambio brusco de orientación se produce por imposición directa de Ekin y Segi, no cabe duda de que la capacidad de ETA para hacer valer su criterio sigue intacta. Sólo así se explica que la izquierda abertzale haya renunciado a la movilización de su electorado para depositar en las urnas votos nulos, una opción que había mantenido en los comicios de 2003 y 2004 y que le permitió instrumentalizar como propio el nada despreciable cómputo de 131.593 y 104.017 papeletas anuladas, respectivamente». Mira por dónde, ahora sí les valen los votos nulos. ¡Qué curioso!
Y le buscan, claro, una explicación: «Este cambio de estrategia demuestra la inseguridad de ETA ante la capacidad de la izquierda abertzale, más desactivada y menos respaldada socialmente que nunca, y su temor a que el recuento de votos nulos muestre fehacientemente su crítica situación. Y, sobre todo, evidencia la preponderancia de los sectores más duros ante cualquier atisbo de contestación. La abstención, aunque se la defina como `activa', no exige otro esfuerzo que mantenerse al margen del proceso electoral y permite `diluir' un posible fracaso en la globalidad de quienes han decidido renunciar a ejercer su derecho al voto. Ahora bien, esta propuesta persigue un segundo objetivo: impedir que gentes próximas a la izquierda abertzale que pudieran optar por cualquier formación legal se acerquen a los colegios electorales. Ante ese desafío no hay mejor respuesta que votar el 9-M». Están más preocupados de lo que yo creía.