El joven escritor asturiano Nacho Guirado presentó ayer en Bilbo «No llegaré vivo al viernes», su tercera novela negra, en la que se mezclan las historias de siete personajes «a los que la vida les supera en menos de una semana».

«Todos los personajes comienzan haciendo cambios para mejorar y, al final, todos lo hacen para poder sobrevivir», destaca Guirado, autor de «Muérete en mis ojos», premio Talento FNAC 2007, y «No siempre ganan los buenos».

La idea de «No llegaré vivo al viernes» (Ediciones B) nace de algo que le ocurrió al hijo de un amigo del autor, que un día «iba caminando por la calle, cuando dos personas que se identificaron como guardias civiles le pararon y le apremiaron a que se fuera con ellos porque tenía que testificar en un juicio». A Guirado, que compagina la literatura con su trabajo como fisioterapeuta, le pareció premisa suficiente para lanzarse a su tercera novela, que se desarrolla en Asturias. «No soy un gran lector de género negro, pero acogerme a él me ha ayudado a desarrollar esta obra», señala el escritor, que confiesa sentirse más influido por el cine que por la literatura. Cuando terminó la novela, Guirado se dio cuenta de las similitudes que ésta tenía con «Crash», una película que a él «le encanta por su ritmo y el cruce de historias».

Personajes frustrados

«No llegaré vivo al viernes» presenta una ciudad con una atmósfera asfixiante, donde el miedo, la violencia y la falta de justicia son la tónica. En ella pululan personajes frustrados, para quienes la vida no es más que supervivencia, y otros que llevan una plácida existencia y que, a raíz de una decisión equivocada, verán toda trastocada.

La próxima obra, que ya está preparando, se saldrá del género negero. En ella se narrará la historia de su abuelo, un prisionero en un campo de trabajo forzado después de la guerra del 36.