«Es el momento de plasmar en las papeletas la postura de la mayoría de los habitantes, es decir, la oposición al proyecto de Línea de Alta Velocidad (LAV)», declaran con rotundidad los representantes de Uztaritzen Ingurumena Zaindu y Mugerre Cadre de Vie. Ambos colectivos organizado en sus respectivas localidades una consulta popular el mismo día de la primera vuelta de las elecciones cantonales y municipales.

Acompañados por Victor Pachon, representante de CADE (organismo que reagrupa las asociaciones de defensa medioambiental), los miembros de sendas asociaciones hicieron un breve repaso de lo acontecido después de saberse que RFF (Red Ferroviaria de Francia) retomaba el proyecto de construcción de una nueva LAV que ya fue descartada a mediados de los 90 al haber suscitado una fuerte oposición popular.

Uno de los puntos de inflexión del proyecto tuvo lugar hace un año. Después de un debate público -muy participativo pero «poco transparente», según denunciaron muchos de los participantes-, que duró cuatro meses, los promotores del proyecto optaban por la alternativa número 3, consistente en la construcción de una nueva línea de tráfico mixto (viajeros y mercancías) entre Dax y Hendaia, con una nueva estación, seguramente en Uztaritze.

Análisis contradictorios

Las importantes previsiones de tráfico de mercancías que adelantaban los promotores no coincidían con los análisis que realizaron las asociaciones y entidades contrarias al proyecto ni con el estudio elaborado por un gabinete independiente de expertos suizos que concluyó que las cifras evaluadas por RFF estaban infladas y que el proyecto no era rentable.

Aun así, y a pesar de las alternativas propuestas por la propia CADE que mostraban que a través de la reorganización y mejora de las vías existentes es posible absorber las necesidades de los próximos años, el proyecto siguió adelante.

Pero, al mismo tiempo, también ha avanzado la oposición al mismo y, entrados ya en época de elecciones, los candidatos han sido interpelados para que aclaren su posición al respecto. Resulta curioso comprobar que muchos de los que mantenían una postura intermedia e incluso favorable a la LAV se pronuncian ahora claramente en contra. Es el caso del propio alcalde de Uztaritze, Bernard Auroy (de centro-derecha), que se presenta a su reelección y al cargo de consejero general de su cantón.

La propia Michelle Alliot-Marie ha expresado sus dudas, en especial respecto a la construcción de una nueva estación que, como indicaron los organizadores del referéndum, «dejaría de lado» a Donibane Lohizune. Para la ministra, que se presenta en esta localidad, la diferencia de un minuto prevista entre parar en Baiona o hacerlo en Uztaritze resulta «un minuto demasiado caro».

Todas las listas que se presentan a las municipales en Mugerre y Uztaritze se oponen a la nueva línea. También lo han hecho muchas de diferentes localidades, principalmente las que se verían afectadas por el trazado y las de signo de izquierdas, abertzales o verdes. Entre los candidatos cantonales, los pertenecientes a la mayoría actual de centro-derecha en el Consejo General de Pau son favorables, salvo algunos casos como el ya mencionado de Uztaritze. Entre los que han respondido a la interpelación, los candidatos de EH Bai, los verdes, Alain Iriart y Jean-Pierre Vergnolle (PS) en el de Hiriburu y Kotte Ezenarro (PS) en el de Hendaia han manifestado su rechazo a la LAV.

Uztaritzen Ingurumena Zaindu y Mugerre Cadre de Vie han invitado a sus convecinos a movilizarse el 9 de marzo. Llevan varias semanas trabajando, puerta a puerta, y según han declarado, se les recibe «con interés y preocupación», por lo que esperan que la participación sea importante.

Doble objetivo

Han subrayado que el objetivo que persiguen con la iniciativa de la consulta popular es doble. Por un lado, «situar la cuestión de la LAV en el centro del debate electoral», objetivo que consideran logrado porque han forzado a los candidatos a pronunciarse y «se ha evidenciado que el aparente consenso favorable al proyecto ha volado en pedazos».

Por otro lado, pretenden ofrecer a los ciudadanos «la ocasión de pronunciarse directamente, cosa que no han podido hacer hasta ahora». Los organizadores estiman que los resultados deberán ser tenidos en cuenta por los poderes públicos porque, de lo contrario, «se acrecentaría la impotencia de los ciudadanos frente a los proyectos gigantescos decididos por los políticos». Añaden que no hacer caso a la opinión popular constituiría un «acto antidemocrático».

Por todo ello, animan a los uztaritzarras y mugertarras a plasmar su rechazo «porque en un combate a largo plazo como es éste, los resultados serán un aval a la legitimidad de la oposición al proyecto».

En Mugerre, el recuento se hará en la sala Haitz Ondoan, y en Uztaritze, en la sala Lapurdi. La pregunta que figurará en euskara y francés en la papeleta es: «Una nueva línea de alta velocidad en el País Vasco, ¿sí o no?».