La electa independentista Arantza Urkaregi insistió ayer, en un acto político celebrado en Abadiño, en el llamamiento a la abstención activa, al estimar que «votar el 9 de marzo en unas elecciones como éstas, absolutamente antidemocráticas, es dar un voto al estado de excepción, avalar las ilegalizaciones, detenciones y torturas».

Precisamente los arrestos de los jóvenes Oroitz Aldekoa y Agurne Salterain, practicados horas antes por la Ertzaintza en la vecina localidad de Iurreta, estuvieron presentes en el mitin, al que asistieron algo más de un centenar de personas. En una pequeña movilización previa, encabezada por una pancarta con el lema «Guk abstentzioa», se repitieron las con- signas reivindicando la libertad de los detenidos, la abstención activa y la independencia de Euskal Herria.

En su intervención, Urkaregi criticó las declaraciones de los dirigentes del PNV de cara a animar al electorado abertzale a participar en estos comicios, argumentando que ha llegado el momento de conseguir un acuerdo para la normalización y resolver así el conflicto político. Al respecto, les recordó su trayectoria de Txiberta a Loiola, poniendo obstáculos a cualquier resolución negociada para salvar los intereses económicos que mantienen desde hace tres décadas.

Para la militante independentista, los emplazamientos del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, «a quien gobierne tras el próximo domingo a iniciar una negociación que redunde en un acuerdo político capaz de superar el conflicto político», son un brindis al sol a la vista de la actitud jeltzale en las frustradas conversaciones en Loiola.

«El PNV junto al PSOE dijeron no a la propuesta de marco democrático que aborda las raíces del conflicto y posibilita la solución definitiva del mismo», rememoró, para apostillar que ambos partidos «lo que realmente buscaban no era otra cosa que desactivar la lucha de la izquierda abertzale para cercenar de raíz cualquier posibilidad de cambio político real y cerrar todas las puertas a la independencia».

Urkaregi recordó que PSOE y PNV rechazaron la propuesta que puso encima de la mesa la izquierda abertzale en el santuario guipuzcoano, una iniciativa que calificó de «democrática» y «realizable». Su oposición, remarcó, fue a que los ciudadanos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia tengan la posibilidad de decidir sobre su futuro y poner las bases para la conformación de una autonomía con los cuatro herrialdes, superando la actual división territorial de Euskal Herria.

Arantza Urkaregi subrayó una vez más la necesidad imperiosa de afrontar un cambio del marco, tal y como propugna la izquierda abertzale. «Cuando hablan de derechos -señaló- se les olvida que un sector muy importante de esta sociedad está sin derechos por la simple razón de impulsar un verdadero cambio encaminado a la opción independentista».

A partir de ahí, recordó a quienes quieren escenificar normalidad que «hoy por hoy no hay condiciones en este país para poder desarrollar ningún proceso electoral en condiciones mínimamente democráticas. Son unas elecciones antidemocráticas, en estado de excepción, en las que, una vez más, han tratado de excluir a la izquierda abertzale para, de esa forma, tener el camino libre».

Así, Arantza Urkaregi manifestó ante los concentrados en la plaza de Abadiño, en una mañana primaveral, para oír su intervención que «meter la papeleta en la urna supone abrir las puertas al nuevo fraude político que están urdiendo PSOE, PNV y NaBai para abrir un nuevo ciclo de negación y división de Euskal Herria».

A la calle

Su posición abstencionista, aclaró la oradora, no supone que se quedarán en casa, obviando la cita electoral, sino que saldrán a la calle para denunciar el déficit democrático que soporta este país. Al respecto, animó a los presentes en el acto político de ayer al mediodía y a la ciudadanía vasca en general a participar en la jornada de movilización convocada para el jueves, 6 de marzo, para criticar esta «situación antidemocrática». «Porque ha llegado el momento de decir basta ya y para responder con todas nuestras fuerzas contra la imposición, ilegalizaciones, torturas», añadió.

No se olvidó de citar el boicot de la mayoría de los medios de comunicación a la campaña del independentismo vasco, al objeto de acallarla y restarle importancia. La abstención activa, en opinión de Urkaregi, es «un instrumento de lucha para plantarnos ante este Estado fascista y opresor; un instrumento de lucha para acelerar el cambio político; un instrumento de lucha para abrir las puerta a la independencia».

En la tarea de socializar la propuesta de la izquierda abertzale, llamó a los independentistas a trabajar estas últimas jornadas de campaña electoral para que el domingo 9 de marzo, al cerrarse los colegios electorales en Hego Euskal Herria, sea visible el plante de la ciudadanía vasca «frente a esta situación antidemocrática».