Liga de Campeones
El empate ante el Flensburg mantiene vivo al Portland
El cuadro antoniano tiene la obligación de ganar en su cancha los dos partidos que restan de segunda fase
Arnaitz GORRITI | BILBO
A falta de tres segundos para el final y con 30-30 en el marcador, el extremo Lars Christiansen -que llevaba 9 tantos- volaba desde el extremo izquierdo, aprovechándose del ataque en superioridad -siete contra seis, con el lateral Lijewski «disfrazado» de portero- que el Flensburg preparó. Su lanzamiento al palo corto fue bueno, pero no lo bastante como para superar a Thomas Svensson.
Esta última parada, y el gol del genio croata Ivano Balic a falta de 20 segundos y rozando el juego pasivo, supuso un nuevo punto, ese que tanto anhelaba, para Portland San Antonio. De este modo, los de Javier Cabanas aún tienen posibilidades, escasas, de clasificarse para semifinales, ya que jugarán los dos últimos encuentros de la liguilla en el Pabellón Universitario de Iruñea. Para ello deberán ganar al Croatia Zagreb y al Hamburgo, respectivamente.
Por su parte, el Flensburg quemó ayer todas sus naves. Ahora no tienen opciones, pero tampoco presión alguna, con que pueden convertirse en jueces del Grupo 3.
Partido duro y arbitraje severo
Tal y como se esperaba, el choque entre Flensburg y Portland San Antonio fue exactamente eso: un choque continuo. Hubo buen juego y dureza; castigada con desigual criterio, ya que la pareja arbitral fue mucho más severa con los navarros que con los locales.
Con Liweski a la cabeza, el inicio alemán fue apabullante, pero tras el 5-2 de inicio, los de Iruñea reaccionaron de la mano de Malmagro. El juego estático beneficiaba a los navarros, pero sus continuas pérdidas de balón daban al Flensburg la opción de anotar en fáciles contragolpes.
La iniciativa fue navarra en toda la primera mitad, pero al descanso el Flensburg ganaba 17-15, después de que en un minuto endosase un parcial de 3-0.
A partir de ahí, los de Cabanas siempre fueron a remolque en el marcador. Vugrinec en ataque y Svensson en defensa sostuvieron a los antonianos, pero entre Christiansen, Petersons y el guardameta sueco Sijan, los alemanes amasaron ventajas de hasta tres goles.
Pero el cuadro iruindarra no se vino abajo y gracias a su defensa -pese a la expulsión de Dominikovic- volvieron a acechar al Flensburg, llegándose a poner brevemente en cabeza en la recta final, 27-28. El equipo local volvió a situarse por delante, 30-29, en los últimos segundos. Ahí emergieron Balic y Svensson para lograr la igualada, amarrar el punto y mantener viva la esperanza.