La victoria de Dimitri Medvedev hace oficial la sucesión decidida por Putin
La victoria de Dimitri Medvedev por más del 68% de los votos hizo oficial la sucesión decidida por Vladimir Putin para la presidencia rusa. El resto de candidatos se quedaron a más de 50 puntos de distancia, aunque anunciaron numerosas irregularidades.
GARA |
El candidato del Kremlin, Dimitri Medvedev, se impuso ayer de forma abrumadora, como estaba previsto, en los comicios presidenciales rusos, según los primeros resultados oficiales hechos públicos por la Comisión Electoral Central de Rusia (CEC).
Medvedev, delfín del actual presidente Vladimir Putin, obtenía el 68,65% de los votos tras el escrutinio del 59% de los sufragios, por lo que se impondría a sus tres rivales ya en la primera vuelta electoral.
El candidato comunista, Guennadi Ziuganov, conseguía alrededor del 18,44%. Un 10,31% del respaldo habría logrado el candidato del Partido Liberal Democrático de Rusia, Vladimir Zhirinovski, mientras que el aspirante del Partido Demócrata, Andrei Bogdanov, se quedaría en el 1,33%. La participación rondó el 67% del electorado, de casi 109 millones de ciudadanos, informó el presidente de la CEC, Vladimir Churov.
Serguei Sobianin, jefe del Gabinete de la Presidencia y dirigente de la campaña electoral del candidato del Kremlin, declaró que el buen resultado obtenido por éste «es fruto del tándem político que forman Medvedev y Putin».
Fidelidad absoluta a Putin
Nadie en Rusia cuestiona la fidelidad a Putin de este abogado de 42 años, a quien el actual jefe del Kremlin ha elegido para garantizar la pervivencia de su legado y que, a su vez, ha ofrecido a Putin la presidencia del Gobierno. Ambos se graduaron en Derecho en la Universidad de San Petersburgo y trabajaron juntos en el Ayuntamiento de la segunda ciudad rusa.
En 1999, Putin, ya al frente del Gobierno, le llamó para encabezar el aparato administrativo del Gabinete de Ministros, cargo clave en el Ejecutivo ruso. Cuando Putin asumió la Presidencia en funciones el 31 de diciembre de 1999 nombró a Medvedev jefe adjunto del Gabinete de la Presidencia. Poco después, le confiaría la dirección de su campaña de cara a las elecciones presidenciales extraordinarias convocadas tras la dimisión de Boris Yeltsin.
«Si se me confía el ejercicio de la jefatura del Estado, me comprometo a continuar el rumbo que ya ha demostrado su eficacia, el rumbo del presidente Putin», aseveró Medvedev. Durante los ocho años de mandato de Putin, ha asumido puestos como el de jefe del Gabinete de la Presidencia o el de viceprimer ministro primero.
Desde 2000, preside el consorcio Gazprom, el mayor consorcio mundial de gas y principal palanca de la agresiva política energética del Kremlin en el mundo. En abierta disonancia con su discurso liberal y sus llamamientos a la modernización, el «delfín» ha descartado reformas en el sistema político presidencialista personificado por Putin, que ha marginado a la oposición y ha reducido las funciones del Legislativo a la mera aprobación de las leyes elaboradas por el Kremlin.
En vísperas de las elecciones, Andreads Gross, jefe de la misión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, expresó sus dudas de que los comicios pudieran ser «limpios y democráticos», debido a la marginación de los candidatos opositores.
El escrutinio de más de la mitad de los votos otorgaba al delfín de Putin un 68,65%, mientras que el candidato comunista Guennadi Ziuganov conseguía un 18,44%, y Vladimir Zhirinovski, un 10,31%.
La ceremonia de investidura de Dimitri Medvedev como nuevo presidente ruso tendrá lugar el próximo 7 de mayo, según anunció ayer Serguei Sobianin, jefe del gabinete de la Presidencia de Rusia a la vista del resultado.
«Podemos preservar la senda marcada por Vladimir Putin y tenemos todas las oportunidades para hacerlo», afirmó Medvedev en un concierto organizado junto al Kremlin para celebrar su victoria.
El líder comunista Guennadi Ziuganov y el ultranacionalista Vladimir Zhirinovski, segundo y tercero más votados de acuerdo a los primeros datos del escrutinio de las elecciones presidenciales celebradas en Rusia, impugnarán los resultados oficiales.
«Ya tengo preparada una lista de 200 violaciones», anunció Ziuganov en su primera reacción al anuncio de los recuentos preliminares. Según los datos en su poder, el voto comunista ha sido de «no menos del 30%», por lo que «los resultados preliminares confirman las irregularidades» afirmó el candidato del Partido Comunista de la Federación Rusa. Zhirinovski, por su parte, señaló que no reconoce los resultados de las elecciones y apelará ante los tribunales.
«Estoy convencido que soy el vencedor y todo esto (los resultados anunciados) es falso», dijo. Según él, en Rusia «resulta que no hay elección, sino mera ratificación del presidente designado», en alusión a Dimitri Medvedev, el candidato oficialista apoyado por el actual jefe de Estado, Vladimir Putin.