La más importante exposición sobre Peter Blake de los últimos 25 años se abre hoy al público en el Museo de Bellas Artes de Bilbo. El propio artista acudió ayer a la rueda de prensa, donde se mostró muy contento con la forma en la que se presenta la exposición en la pinacoteca bilbaina, ocupando la gran sala de Arte Contemporáneo en el primer piso.

«Peter Blake: retrospectiva» selecciona más de 100 cuadros procedentes de museos y colecciones particulares de todo el mundo y ofrece un amplio recorrido por la obra -prolífica y diversa- de este artista. La muestra, que llega directamente de la Tate Liverpool, se inicia con un autorretrato y acaba con una de sus últimas producciones, «Gira mundial Marcel Duchamp». En ella se incluyen obras-iconos del arte pop del siglo XX, como «En el balcón» (1955-77), «Autorretrato con insignias» (1961), «La juguetería» (1962), «Los Beatles» (1963-68) y «El encuentro o que tenga usted un buen día, sr. Hockney» (1981-83).

Constante reinvención

En la presentación de ayer, el director del Bellas Artes, Javier Viar, destacó el discurso «doloroso y rico» de la figura humana que Blake y otros artistas de su movimiento han sabido desarrollar. Para Christoph Grunenberg, director de la Tate Liverpool y comisario de esta exposi- ción junto al conservador Laurence Sillars, a Blake hay que reconocerle su capacidad para «reinventarse» a lo largo de su carrera, pero siempre ajeno a las modas y nadando «a contracorriente».

Tal y como se puede apreciar en la exposición, la obra de Peter Blake refleja su fascinación por la cultura popular contemporánea, sobre todo por la música, el cine, el deporte, los medios de comuniación y la pu- blicidad. Boxeadores, actores, músicos, personajes del cómic se mezclan en sus cuadros con elementos de su propia biografía o de la historia del arte. «Si se le ha llamado padre del arte británico es porque en los 60 y 70 creó una auténtica estética pop», apuntó Grunenberg.

Blake se sirve de una gran variedad de técnicas, desde la pintura y el dibujo hasta el collage -es un gran coleccionista- y la escultura, pasando por el grabado, la ilustración y las composiciones con tarjetas postales y fotografías. A veces melancólico, a veces soñador, el «humanismo» es la característica que más resaltan los expertos sobre su obra. «Conoce la historia y la utiliza. Se sirve de los recuerdos y su discurso es más popular y reivindicativo que el del pop americano. Sigue influyendo mucho y, de hecho, vemos una continuación clara de su obra en el arte británico actual».

Blake, que reconoció cierta conexión entre su obra y la de los jóvenes artistas, dijo que autores como Velázquez han tenido una gran influencia en su forma de pintar. Aunque a los 64 años anunció su retirada, el artista sigue trabajando y, según confirmó ayer, actualmente está inmerso en varios proyectos pic- tóricos diferentes.