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Olmert quiere seguir «negociando» pese a llevar el «holocausto» a Gaza

Tras anunciar la retirada de sus tropas de Gaza -con la amenaza de un retorno en cualquier momento-, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, mostró su intención de seguir «negociando» con la Autoridad Palestina, que se ha visto obligada a suspender las conversaciones con el Gobierno de de Israel. Pese a la retirada de Gaza, ocho milicianos murieron ayer en este territorio y dos jóvenes en Cisjordania, por disparos de soldados y de un colono sionista.

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El primer ministro israelí, Ehud Olmert, reafirmó ayer la determinación de su Gobierno de seguir negociando con la Autoridad Palestina a pesar de la matanza que ha llevado a cabo el Ejército sionista en Gaza. El pasado jueves, el viceministro israelí de Defensa, Matan Vilnai, amenazó con llevar a cabo «un holocausto» en este territorio palestino. Sus palabras fueron confirmadas por los hechos, ya que el balance de muertos palestinos la pasada semana asciende a 120, incluidos 22 niños, según datos del Ministerio palestino de Sanidad.

«Estamos siempre preparados para la batalla. No estamos ante un golpe puntual», declaró Olmert ante la comisión de Exteriores y Defensa de la Knesset (Parlamento), reunida ayer en Jerusalén.

Hamas, por su parte, consideró que la suspensión de los ataques sionistas -bautizados con el nombre de Invierno Caliente- supone una victoria del movimiento islamista. «Esta retirada es la expresión del fracaso de las tropas israelíes frente a los combatientes de Ezzedin al-Qassam (brazo armado de Hamas) y el comienzo del fracaso de la campaña terrestre sionista», destacó el portavoz del movimiento islamista, Sami Abu Zouhri.

Tras afirmar que «no tememos a las amenazas sionistas», advirtió de que Israel «cometerá una estupidez» si trata de matar a los líderes de Hamas.

Tras una manifestación convocada por Hamas ayer en Gaza, el dirigente islamista Mahmud al-Zahar exigió a Egipto que abriese el paso de Rafah para recibir a los palestinos que han resultado heridos en la ofensiva sionista. «Gilad Shalit (el soldado israelí que permanece en manos de Hamas desde 2006) no será liberado si Israel no acepta nuestras condiciones sin ninguna clase de excepción», añadió al-Zahar.

Los carros de combate israelíes abandonaron ayer el campo de refugiados de Jabaliyah, al norte de Gaza, donde fueron destruidas una treintena de casas.

Antes de que se produjera la retirada de Gaza, los militares sionistas mataron a otros siete palestinos, según informó la agencia Ma'an. Seis de ellos eran milicianos de las brigadas Ezzedin al-Qassam y el séptimo de las brigadas An-Nasser Salah Addin, vinculadas a los Comités de Resistencia Popular. Ya entrada la noche, mataron a un miembro de la Yihad Islámica en Beit Hanun.

Junto a ello, Ma'an destacó que el Ejército sionista también atacó la sede que el Consejo Legislativo Palestino (Parlamento) tiene en la ciudad gazatí de Jan Yunis, hiriendo a cinco personas.

Al balance de muertos en Gaza, hay que añadir el de un joven que murió cerca del asentamiento sionista de Niria en las afueras de Ramallah (Cisjordania), después de que un colono le disparara con su pistola. La versión oficial de la Policía israelí es que el colono «disparó primero al aire y luego a las piernas tras ser atacado por un grupo de manifestantes que iba encapuchado».

Asimismo, el Ejército israelí mató a otro adolescente en Ramallah mientras participaba en una protesta contra el operativo militar en Gaza.

80 secuestrados

Además, unos 80 ciudadanos palestinos fueron secuestrados por el Ejército sionista antes de retirarse de Jabaliyah, según informó Palestine Information Center.

En Ramallah, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, se mostró dispuesto a trabajar para alcanzar «una tregua palestino-israelí».

«El presidente Mahmud Abbas ha dicho hoy (ayer) de nuevo que está dispuesto a trabajar para alcanzar una tregua total con la parte israelí para ahorrar a nuestro pueblo más víctimas y sufrimiento», indicó la Presidencia de la Autoridad Palestina en un comunicado.

En cualquier caso, Abbas no precisa si está dispuesto a hablar con Hamas, algo a lo que se ha negado en repetidas ocasiones mientras mantenía contactos con el primer ministro israelí, Ehud Olmert.

El primer ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad, afirmó ayer que la agresión sionista padecida por Gaza constituye «una agresión sin precedentes desde 1967», cuando Israel ocupó militarmente Gaza, Cisjordania, el este de Jerusalén y los altos del Golán.

«A pesar del anuncio de retirada israelí, nos encontramos en una situación muy peligrosa», añadió Fayyad.

Buscar la unidad nacional

En una comparecencia en Gaza, el portavoz del Ministerio de Interior del Gobierno de Hamas, Tahir an-Nunu, hizo un llamamiento a alcanzar un acuerdo nacional palestino sin condiciones y a formar un Gobierno de unidad nacional y la convocatoria de una sesión de emergencia del Consejo Legislativo Palestino (Parlamento) en la que estén presentes todos los partidos.

An-Nunu añadió que, para alcanzar este acuerdo, es necesario que todos los palestinos presos en manos de formaciones rivales sean inmediatamente liberados y que la Autoridad Palestina permita la celebración de manifestaciones en solidaridad con Gaza en Cisjordania.

Tanto el Gobierno de Hamas en Gaza como la Autoridad Palestina, en manos de al-Fatah y que gobierna en Cisjordania, tienen presos a militantes de la formación rival.

Junto a ello, an-Nunu también reclamó a la Autoridad Palestina que permita que los milicianos de Cisjordania puedan armarse al margen de su filiación política. «Esta medida sería el primer paso hacia la unidad nacional», añadió.

Las manifestaciones de an-Nunu se suman a las que realizó el domingo, en las que subrayaba que la unidad nacional palestina era imprescindible para hacer frente a las agresiones del Ejército sionista.

Asimismo, criticó al secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, por «equiparar a los agresores sionistas y a las víctimas palestinas» en la declaración que leyó en Nueva York.

Tres formaciones de la izquierda palestina (FPLP, FDLP y PPP) instaron el sábado a Hamas y al-Fatah a que se sumen a la iniciativa del presidente yemení, Alí Abdullah Saleh, que busca impulsar un diálogo nacional.

En la misma línea, la parlamentaria del FPLP Khalida Jarrar destacó que «tras la amenaza de un nuevo holocausto que ha muestra que los israelíes son los nuevos nazis y que quieren llevar a cabo un genocidio y una limpieza étnica contra los palestinos, es imprescindible la unidad nacional y cortar cualquier tipo de comunicación con el ocupante».

La Autoridad Palestina anunció el sábado que suspendía las negociaciones con Israel que mantenía bajo el paraguas de la Conferencia de Annapolis, impulsada por el presidente de EEUU, George W. Bush.

Jarrar exigió al primer ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad, que «deje de realizar declaraciones en las que criminaliza la resistencia (armada) contra el ocupante, porque ofrece una justificación de los ataques israelíes y de la detención de activistas políticos palestinos».

Junto a ello, denunció la nula implicación de los dirigentes de los países árabes frente a las agresiones sionistas.

Bush muestra su apoyo a Israel

El presidente de EEUU, George W. Bush, sigue insistiendo en su objetivo de lograr «un acuerdo de paz» antes de que acabe el año, indicó ayer la Casa Blanca, que reclamó el fin del lanzamiento de los cohetes palestinos desde Gaza contra posiciones israelíes en Ashkelon y Sderot.

«Tenemos un mensaje claro: los palestinos deben elegir entre el terrorismo o una solución política que conduzca al Estado palestino que viva junto a Israel en paz y seguridad», señaló el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, horas antes de que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, abandonase Washington para iniciar una nueva gira en Oriente Próximo.

Preguntado por si Bush había renunciado a su objetivo de alcanzar un «acuerdo de paz» antes del fin de 2008, Johndroe respondió con un rotundo «no».

«Es en interés del pueblo palestino, es en interés del pueblo israelí, es en interés de la población de la región y del mundo entero. Por tanto, tenemos que seguir en el empeño», señaló Johndroe.

Uno de los objetivos de Rice es volver a sentar a Abbas en la mesa de «negociación» de Annapolis. GARA

hablar con hamas

La ONU debería hablar directamente con el Gobierno de Hamas para llegar a un acuerdo sobre la situación en Gaza, según señaló ayer John Dugard, relator especial sobre derechos humanos de los palestinos.

livni y solana

La ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livni, se reunió ayer con el representante de Política Exterior de la UE, Javier Solana, y le mostró su esperanza de seguir recibiendo su apoyo en la «lucha contra el terrorismo».

llamamiento iraní

El ayatollah Alí Jamenei, líder supremo de la Revolución iraní, instó a la «umma», la comunidad de los creyentes musulmanes, a «levantarse ante los crímenes sionista y a arrojar su ira en la cara de Israel».

El campo de Jabaliyah se despierta entre ruinas tras la retirada del Ejército israelí

Mirvat Abu Chvak rompe a llorar en cuanto regresa a su casa de Jabaliyah. Acaba de conocer que dos de sus hijos han muerto en un ataque aéreo del Ejército israelí.

Iyad, de 13 años, y Jacqueline, de 16, fueron enterrados por unos allegados el mismo día del drama, el sábado. La familia no se atrevió a comunicar su muerte a su madre, que estaba en casa de sus padres. Sólo le habían dicho que estaban levemente heridos.

Los dos adolescentes recibieron el impacto de un misil lanzado por un avión israelí cuando viajaban para reunirse con su madre en casa de sus abuelos, que viven a una decena de metros, en el mismo campo de Jabaliyah, al norte de Gaza.

«Quiero a Iyad y a Jacqueline», gritaba la madre, incrédula, apretando contra sí las ropas de sus hijos muertos, cuando regresó a su casa.

Ante la casa de dos pisos, que ha sufrido enormes daños en la ofensiva israelí, un grupo de jóvenes ha levantado una tienda de duelo.

El padre, Mohammad Abu Chbak, no está allí. Es oficial de los servicios de seguridad de la Autoridad Palestina y se refugió en Ramallah tras la toma del poder de Hamas en Gaza en junio pasado.

Hanan Abed Rabbo, una vecina de 34 años, relata cémo los soldados israelíes confinaron a 67 miembros de su familia en una misma habitación durante los dos días de la ofensiva, el sábado y el domingo.

«Nos quitaron la comida y el agua. Supliqué a los soldados que me dejaran ir a la cocina a por leche para mi bebé, pero me lo impidieron», cuenta.

Dos miembros de su familia resultaron heridos por disparos israelíes mientras se encontraban en esa habitación. Estuvieron sangrando durante dos días. No pudieron ser evacuados hasta ayer a la mañana, tras la retirada israelí.

En la casa de Mohammad Kanaane, en la que la fachada está acribillada por las balas, el suelo está lleno de casquillos. Los soldados han dejado también multitud de restos de comida.

«Ha sido una pesadilla», cuenta su hijo Ezzedin, de 14 años.

Una treintena de casas han sido reducidas a escombros o parcialmente destruidas por bulldozers israelíes, que han arrasado también hectáreas de tierra agrícola. Adel ZAANOUN

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