Martin Garitano Periodista
Arrestos, derechos e informaciones
La espectacular detención de dos jóvenes vizcainos, dos de entre los más buscados, en su caserío de Iurreta, las muestras de alborozo de los responsables políticos y policiales y su posterior puesta en libertad sin fianza, ofrece diversos perfiles sobre los que llamar la atención.
En primer lugar, la grave responsabilidad de los mandamases policiales y judiciales. Fijar en el cartel de enemigo público a dos personas que siguen haciendo vida normal en su casa, a los que se podría haber citado mediante auto judicial o, simplemente, atendiendo a su propia demanda de comparecer ante el tribunal de excepción español, merece la inmediata dimisión de, al menos, Balza, Pérez Rubalcaba y el propio magistrado Ismael Moreno. Hasta ahí la reflexión técnica sobre el asunto.
No es baladí, sin embargo, la grave irresponsabilidad cometida desde los medios de comunicación que, en detrimento de la llamada deontología profesional, se sumaron al alborozo policial sin que, en la inmensa mayoría de los casos, se respetara ni uno solo de los derechos que asistían a Aldekoa-Otalora y Salterain. Ni se presumió su inocencia, ni se preservó su identidad completa ni se evitaron las fotografías de los detenidos y su domicilio.
Los medios de comunicación, lejos del obligado contraste de la información, cayeron -en realidad ya es rutina- en el triste papel de meros transmisores de partes y filtraciones policiales. Toca ahora la autocrítica y comprobarán que ésta no llega.
No son, sin embargo, Aldekoa-Otalora y Salterain quienes peor parados han salido de esta forma de entender la justicia y la acción policial. A Gurutze Iantzi y a su marido los detuvieron con parecidas acusaciones. Su compañero fue puesto en libertad y Gurutze falleció en la comisaría de Tres Cantos. También dijeron cosas similares de Mikel Zabalza. Sus compañeros de detención fueron puestos en libertad y a Mikel lo ahogaron en la bañera de Intxaurrondo. A Esteban Muruetagoiena lo pusieron en libertad después de haber vivido días en el infierno para morir a las horas de haber padecido tormento. Y van...