La leyenda escocesa del monstruo del lago Ness es objeto de un enfoque diferente en esta imaginativa película infantil, basada en un relato de Dick King-Smith, el autor de «Babe, el cerdito valiente». «Mi monstruo y yo» conecta de manera sensible los problemas reales de la niñez con la fantasía liberadora, ya que la acción se remonta a los días de la II Guerra Mundial, conflicto que golpea directamente al pequeño protagonista. Angus pierde a su padre en una batalla naval, pero a cambio encuentra un extraño huevo de gran tamaño. Del mismo surgirá una fabulosa criatura que crece a enorme velocidad, provocando un sinfín de divertidas anécdotas, ya que, como es evidente, resulta muy difícil mantener oculto a un ser de semejantes dimensiones.

Entre el monstruo y el niño nace una gran amistad, que logrará que Angus pierda su miedo al agua. Es además su refugio de un mundo adulto que no acaba de entender, en cuanto representa una amenaza violenta, más aún en un clima de temor a la invasión nazi.

La película pretende combinar de manera armónica los momentos melodramáticos con aquellos otros más humorísticos, pasando de la gravedad al humor con la naturalidad misma con la que se comportan los niños en su aprendizaje.