El Campeonato del Mundo en pista cubierta comienza hoy en Valencia con récord de estados participantes, 159, y la inscripción de 652 atletas entre los cuáles sólo hay una vasca. Naroa Agirre afronta esta tarde la calificación de pértiga. La saltadora del Atlético San Sebastián acude a la principal cita invernal con una marca de 4,35 metros, discreta para ella y para el nivel que debería tener la prueba con la presencia sobre todo de Isinbayeva, pero también de Pyrek, Feofanova o Stuczynski.

La donostiarra sabe que deberá rondar los 4,56 metros, su mejor registro y plusmarca española, para acceder a una final exigente que tiene en Isinbayeva a la favorita indiscutible. La rusa se ha reencontrado con los récords y este invierno ha sumado el número 21 al superar el listón en 4,95, acercándose un poco mas a esos magníficos 5,01 que posee al aire libre.

Lo habitual es que Isinbayeva realice un salto y no vuelva a aparecer por el velódromo Luis Puig hasta la final de mañana. Naroa, sin embargo, tendrá que trabajar duro para pasar el corte.

El programa de la primera jornada tiene tres finales: los 60 masculinos y femeninos y el lanzamiento de peso. Pese a la presencia en 60 metros del nigeriano Olusoji Fasuba, mejor marca de la temporada con sus (6.51), el estadounidense Mike Rodgers, el antiguo campeón mundial al aire libre de 100 Kim Collins o el italiano Collio todas las miradas estarán puestas en Dwain Chambers.

El británico regresó al atletismo tras cumplir dos años de sanción por dopaje y probar en el fútbol americano. Chambers pasó de ser la estrella de la velocidad europea a un apestado e incluso su propia federación es contraria a su presencia en Valencia. El presidente de la IAAF, Lamine Diack, intervino ayer en la polémica: «Ya corrió en los Europeos de Gotemburgo en 2006, ganó la medalla de oro (con el relevo británico) y nadie dijo nada. No veo que haya cambiado nada», afirmó.