El encuentro convocado por la Fundación Balenciaga y celebrado ayer en Gasteiz acabó con el nombramiento, ya de manera oficial, del letrado alaves Luis Felipe Fernández de Trocóniz como secretario general de la entidad privada. Fernández de Trocóniz aclaró que accede a este puesto como abogado contratado para ejercer «las labores propias» de un secretario general. Rehusó hacer cualquier comentario o análisis sobre la difícil situación que atraviesa la Fundación, impulsora del proyecto del Museo Balenciaga junto a la entidad pública Berroeta-Aldamar.

El abogado gasteiztarra es uno de los cuatro que tiene en el Estado español la firma Jiménez de Parga Abogados y se licenció en Derecho en la Universidad de Deusto. También cuenta con una diplomatura en la especialidad jurídico-económica.

Ni Lakua ni la Diputación de Gipuzkoa habían sido invitadas a la reunión de ayer, lo que hace pensar que estas entidades todavía no forman parte de la Fundación, aunque hace ya algunas semanas que el Ministerio de Cultura español anunció que redefinirían la Fundación cambiando los estatutos para dar cabida a las citadas entidades públicas.

Asimismo, y en cuanto a las declaraciones realizadas hace dos días por la diputada de Cultura de Gipuzkoa, María Jesús Aranburu, anunciando que dentro de un mes se adjudicará la obra de interiorismo a uno de los cinco estudios de arquitectos, el ex vicepresidente de la Fundación Balenciaga, Mario Camio, aseguró ayer que ya existe un proyecto de interiorismo para el museo. Según Camio contratar a un arquitecto para redactar uno nuevo obedece «a cuestiones de gusto y no a necesidades técnicas precisas». Cabe recordar que Camio adjudicó el trabajo arquitectónico al cubano residente en Miami Julian Arguilagos cuya titulación no está homologada por el Colegio de Arquitectos Vasconavarro y a quien Camio realizó un sobrepago de más de 400.000 euros. El arquitecto tiene rescindido el contrato.

En el archivo del Ayuntamiento

Camio, ex alcalde de Getaria, del PNV, aclaró que este proyecto para el Museo Balenciaga se encuentra en los archivos del Ayuntamiento de esta localidad. Camio, que hasta hace un año también fue gerente de Berroeta Aldamar y cuya labor en esta sociedad y en la Fundación está siendo investigada por la Fiscalía, recalcó que esta contratación tiene el «mismo objeto» que el proyecto depositado en los archivos municipales de Getaria. Y es que Aranburu dijo que espera que las obras del museo puedan reiniciarse en junio y estar finalizadas en ocho o nueve meses, aunque reconoció que se pueden retrasar si la Fundación Balenciaga no presenta a tiempo, en unos seis meses, su proyecto museológico y museográfico, necesario para dotar de contenido al museo. Camio señaló, no obstante, que en este último aspecto no se parte «de cero», pues la Fundación ha trabajado «a lo largo de estos años» y tiene «proyectos entre manos, tal vez sin terminar de definir, pero con unas bases».

La Fundación carece de fondos para acometer la parte museográfica y museológica, ya que el Ministerio de Cultura ha congelado una subvención de 1,4 millones de euros hasta que no se aclaren las irregularidades descubiertas en la gestión de esta entidad, actualmente en proceso de transformación para salvar la crisis acentuada en los últimos días por el abandono de algunos de sus patronos.

Camio sin embargo, manifestó que el bloqueo de esta ayuda por parte del Ministerio está motivada «por disconformidad» con la gestión llevada a cabo después de que él dimitiera de ese cargo. Consideró «infundadas» las informaciones que le relacionan «de forma directa y exclusiva» con la retención de esa partida e insiste en que la decisión fue «adoptada al margen de la denuncia» de la que ha sido objeto.