Con su triunfo sobre Fernández de Larrea en la tercera etapa de la Vuelta a Murcia, Juanjo Haedo igualó ayer con cinco a los sprinters más laureados del pelotón este año: Boonen, Petacchi y Greipel. Lo más curioso de su caso es que cuando se le preguntan por objetivos en su carrera, el primero no es ganar un Mundial o en el Tour: «Uno de mis sueños sería correr con mi hermano en el mismo equipo».

«Él debuta este año en profesionales en Estados Unidos tras correr cinco campañas en España, tres para el Diputación de León. Tiene 24 años, tres menos que yo, y es muy bueno, pero no tuvo la misma suerte. Yo fui a Estados Unidos sin pensar que podía llegar a Europa y él estaba en Europa y ha tenido que ir a Estados Unidos», explica Ahedo en entrevista concedida a GARA.

Asume que la mejor forma de lograr su objetivo es con victorias que le den fuerza para tenerle de compañero: «También será mérito suyo. Es más duro que yo, sube mejor y sería una buena ayuda para mí. Por eso quiero correr con él, disfrutar juntos del ciclismo. Es duro para dos hermanos practicar el mismo deporte y no verse en nueve meses».

Los dos siguen el camino de su padre, uno de los mejores ciclistas argentinos de la historia que en Europa sólo corrió un Girino, pero fue campeón panamericano y participó en tres Juegos y en varios mundiales: «Yo jugaba al fútbol, pero a los catorce años decidí ser ciclista como él. El inicio fue duro, no destacaba, pero después poco a poco mejoré. Empecé con la pista como la mayoría de los argentinos. Si quieres salir a otro país es la única manera de hacerlo, hasta que en el 2000 fui a entrenarme a Estados Unidos para correr un Panamericano».

El Tour de California

«Vi que podía hacer criteriums y pasar allí el invierno de Argentina. Así conseguí un equipo, Colavita, y cada vez corría más criteriums y menos pista y luego cada vez más ruta. Así pase al Toyota, con el que en el 2006 gané dos etapas del Tour de California. Eso despertó el interés de los equipos europeos y me decanté por el sistema de trabajo que me ofrecía Riis, más por sus ideas que por el contrato».

En su primer año en CSC volvió a ganar dos etapas en California y la clásica de Colonia por delante de Petacchi, Bettini y Hushovd, pero este año ya lleva en dos meses cinco, dos en San Luis, otra en California con Boonen y Cavendish, la del domingo en Almería con Freire y Brown y la de ayer de Murcia.

Su gran inicio no responde a un deseo de empezar fuerte, pero admite que «no me entreno para un Tour y no voy con la misma paciencia que los que tienen un objetivo en el año. Mi meta está en cada carrera, me pongo rápido físicamente. Hice muchos kilómetros en enero y febrero y por eso comencé en buena forma. Es bueno empezar con victorias para tener más confianza. El año pasado ya gané dos en California, pero todo era nuevo y traté de asimilar muchas cosas. Éste empecé a pensar distinto, ver que uno puede ganar y ayuda conocer los recorridos, los finales...».

Correrá Castilla León, Gante-Wevelgem y Tour de Georgia y la Vuelta es la única grande que puede entrar en su calendario: «Siempre uno quiere andar bien en las grandes, pero para mí todas las carreras son importantes y las victorias cuentan. Hay muchísimo nivel en este equipo como para ir al Tour. Es mi segunda temporada en Europa. Soy ambicioso, siempre quieres ganar a los más grandes en las mejores carreras, pero debo tener paciencia y no puedo desesperar. Las cosas llevan su tiempo».

Puede entrar en la Vuelta, sobre todo si Sastre hace Giro y Tour. De eso dependerá su planteamiento en los Juegos. «El circuito no me va y no quiero perder forma en algún objetivo por el hecho de ir. Quiero ir, pero no a hacer turismo, sino seguir concentrado en la temporada».