Los médicos advierten que beber alcohol en exceso no es causa de maltrato
Médicos de familia reunidos en Bilbo aclararon ayer que beber alcohol en exceso no es la causa principal de maltrato hacia las mujeres aunque «sí es un elemento favorecedor de este tipo de situaciones», que estiman que pueden detectar con facilidad desde sus consultas.
Agustín GOIKOETXEA |
Cristina Domingo, presidenta de la Sociedad Vasca de Medicina de Familia, señaló en la presentación de unas jornadas en las que participan ayer y hoy cerca de 300 facultativos vascos y españoles que el consumo excesivo de alcohol no es el factor generador de la violencia contra las mujeres, sino las costumbres que mantienen algunos hombres, que piensan que es posible maltratar a las mujeres.
En esta cita en el Palacio Euskalduna, los médicos debaten cómo detectar antes la violencia de género y el consumo excesivo de alcohol, dos aspectos que cada vez cobran más importancia en la tarea asistencial de estos profesionales. Los galenos explicaron que las mujeres que sufren malos tratos no suelen confesarlo al médico de familia, aunque sí es frecuente que le informen de que su esposo bebe demasiado.
Basándose en algunas encuestas sobre esta grave problemática, comentaron que el 80% de las víctimas de agresiones agradece que el médico les pregunte por ello y que se cree un ambiente de confidencialidad en el que puedan hablar de su vida.
El doctor Luis Aguilera, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, subrayó que «el alcohol incrementa la expresión de una violencia que ya existe de antemano. Por lo que -apostilló- siempre lo debemos considerar un indicador de sospecha o una situación de riesgo a tener en cuenta para detectar un posible caso de maltrato».
Aguilera argumentó que durante mucho tiempo el abuso de alcohol se ha utilizado como elemento eximente de la violencia machista, «lo que en realidad es una trampa, ya que hay bebedores que no maltratan y personas que no consumen ni una gota de alcohol y agraden a otras».
El presidente de la asociación de facultativos añadió que, «al igual que se hace cuando existen antecedentes familiares o un problema de aislamiento o precariedad social, se debe indagar cuando una mujer acude a la consulta y nos cuenta que su marido bebe. Todas ellas son situaciones que denominamos de vulnerabilidad y que, por tanto, incrementan el riesgo de que se dé una agresión».
Aguilera comentó que saben que la primera vez que una mujer acude a un centro sanitario para ser atendida tras un episodio de malos tratos «es sólo la punta del iceberg, ya que lleva aproximadamente un año sufriendo esa situación».
La Policía Municipal de Bilbo detuvo el miércoles a la noche a L.M.T.C., de 40 años, acusado de un delito de violencia de género por haber insultado, amenazado, empujado y tirado al suelo a su pareja, de 33 años. La víctima, según informó ayer la guardia urbana, pidió auxilio a los agentes desde la ventana de su vivienda, ubicada en la carretera de Zorrotza a Kastrexana.
Ya en el domicilio, la mujer relató a los policías municipales que su pareja, con quien convivía desde hace cuatro meses, la había atacado tras interceder en un discusión que él mantenía con una de las dos hijas de la víctima, fruto de una relación anterior. Tras los primeros insultos y amenazas, la mujer le pidió que recogiera sus cosas y abandonara el piso, momento en que él la empujó, tiró al suelo y destrozó varios enseres de la vivienda.
Tras comprobar que el domicilio presentaba varios desperfectos, los agentes locales arrestaron al hombre y fue puesto a disposición judicial.