En su cuarta temporada, Mikel Filgueira (Azpiru-Ugarte) ha comenzado con buen pie y sus primeros resultados confirman lo apuntado el año anterior cuando se proclamó campeón de Euskadi y de Bizkaia. Las lesiones, los problemas de salud y los accidentes le han lastrado desde su debut en 2005, pero, por fin, ha podido entrenar con normalidad en invierno y los resultados no han tardado en llegar. «Las carreras se ganan ahora pero se comienzan a ganar en invierno», dice por experiencia.

El vizcaino ha disputado cinco pruebas, y ya ha sido tercero en Soraluze y Zamora y noveno el domingo en Mutiloabeiti. «Las cosas están saliendo bien y estoy con ganas», avanza.

El corredor de Abadiño ha corrido en el Sopelana, Ibaigane Opel y Alfus, para recalar este año en el Azpiru-Ugarte guipuzcoano.«Me llamaron y al final me convencieron», recuerda. En cadetes acumuló segundos y terceros puestos y en juveniles empezó a ganar carreras, con el maillot de Elorriaga Kirolak.

Esta buen comienzo no le ha sorprendido porque ha trabajado «duro y fuerte» e incluso entrenó en Benidorm. «Las carreras se ganan ahora, pero se comienzan a ganar en invierno, con el trabajo bien hecho», recalca. Y es que no siempre ha sido así y, de hecho, sus tres temporadas anteriores han estado marcadas por las desgracias. En las Navidades de 2004, sufrió un accidente de coche en su primer día de prácticas en la autoescuela. Terminó con «las cervicales tocadas y con bajadas de tensión» toda la temporada.

En las Navidades del año siguiente volvió a visitar el hospital, pero esta vez como consecuencia de una mononucleosis que incluso le obligó a estar ingresado una semana. La enfermedad le dejó «reventado» y por segundo año consecutivo no pudo demostrar nada.

«Motivación suficiente»

Filgueira empezó a ver la luz el año pasado. Pudo entrenar con normalidad pero tan sólo disputó una carrera y media. Una tendinitis en la rodilla le mantuvo en el dique seco un mes y después siguió la rehabilitación. Gracias a la gente que le rodea pudo sacar «la motivación suficiente» y dio la sorpresa al ganar el Campeonato de Euskadi, «casi un sueño hecho realidad», y después se llevó el de Bizkaia.

Este invierno no ha sufrido contratiempos y los resultados han llegado. Pese a todo, ha aprendido a ser cauto y prefiere no marcarse objetivos concretos. «Procuro no pensar demasiado en lo que puedo conseguir», asegura.

Por edad, debe disputar el Torneo Sub 23. «Me gustaría hacer algo bonito», adelanta. Sobre Amador dice que «él va en moto y los demás en bici». Del resto, destaca el Seguros Bilbao.

Sus próximas carreras serán Lizarra (Euskaldun), Laukiz y Gorla (Sub 23) y la Vuelta a Valladolid, antes de debutar en la Vuelta al Bidasoa. Se ve más que nada como un escalador. «Me defiendo bastante bien», dice.