El presidente del Gobierno de Nafarroa, Miguel Sanz, aprovechó ayer su valoración de los resultados electorales de la víspera en Nafarroa para anunciar un extenso y pormenorizado acuerdo con el PSN que persigue, entre otras cosas, impulsar un «amplísimo plan de inversiones» públicas en construcción de viviendas e infraestructuras en este herrialde para el periodo 2008-2011.

De facto, este acuerdo supone una profundización y ampliación del pacto de estabilidad institucional firmado por ambos partidos para 2008, y entre los contenidos concretos del mismo figura un «pacto social por la vivienda» para aumentar la construcción de pisos de protección oficial «en un momento en el que decae la construcción de vivienda libre».

Respecto a las infraestructuras, las actuaciones se concretan en los enlaces de la Autovía del Camino, la autovía Iruñea-Jaca-Huesca, los enlaces con La Rioja y Aragón del desdoblamiento de la N-232, el tren de alta velocidad y la nueva estación del AVE en la capital navarra.

También se abordan en el acuerdo materias como la salud, la educación, la recuperación del patrimonio histórico, la administración local, la creación de un holding empresarial público, y el diseño de un nuevo modelo tributario.

Sanz ubicó este acuerdo en el contexto político creado tras la consulta en las urnas, que en su opinión significa «un respaldo» a su política «dirigida a crear un escenario de estabilidad para afrontar los retos que tiene la Comunidad Foral».

En ese contexto al que hace referencia Sanz, UPN se ha vuelto situar como la fuerza más votada en el herrialde, con 131.000 votos y beneficiándose de la no concurrencia de CDN en las elecciones (aunque presumiblemente no habría llegado a absorber todos sus votos).

Sin embargo, quedaba lejos de cumplir uno de los objetivos declarados durante la campaña: recuperar el escaño perdido hace cuatro años, para lo que le habrían hecho falta muchos miles de votos más de los cosechados.

En Iruñea, la formación de Sanz repitió su primer puesto en número de votos, subiendo incluso de lo 41.885 de 2004 a los 44.032 del domingo. También gana en otras localidades como Tutera y Lizarra. En Huarte, lo hizo por un solo voto.

Resultados en la CAV

En el conjunto de Euskal Herria, PP-UPN obtuvo 337.000 votos, un apoyo que significa un descenso de 24.000 votos con respecto a las elecciones de 2004, pero un incremento de casi 40.000 sufragios en comparación con las forales de 2007. En todo caso, muy lejos de su techo electoral, que alcanzó Aznar en 2.000 con 474.000 papeletas.

En la CAV, y a pesar de que mantuvo un volumen de votos similar al de 2004, el PP no consiguió su principal objetivo: mantener el escaño de Marisa Arrue por Bizkaia, cosa que no logró por apenas 400 votos. En Araba, la sangría de apoyos del PNV afianza al PP en una cómoda segunda posición.