Cargos políticos e institucionales arroparon ayer por la tarde a la familia del ex concejal del PSE Isaías Carrasco, que resultó muerto el pasado viernes en el atentado registrado en Arrasate. Aunque estaba previsto que la marcha comenzara a las 19.00 en la plaza Biteri, finalmente se inició con diez minutos de adelanto, ya que media hora antes la gente ya abarrotaba la plaza a pesar de la lluvia.

La viuda del ex edil del PSE fallecido, Marian Romero, y sus hijas, Sandra y Ainara, acompañadas de los concejales del PSE en Arrasate con su portavoz, Francisco García Raya, a la cabeza, portaron una pancarta en la que se podía leer «Por la libertad. ETA no. Askatasuna. ETA ez». Junto a ellos iban también los portavoces del resto de partidos políticos con representación en este municipio, salvo EAE-ANV.

En la segunda fila marchaba una representación de la familia de Isaías Carrasco y, por detrás, representantes de CCOO, IU y UGT, el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, el secretario general del PSE, Patxi López, el lehendakari Juan José Ibarretxe, el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, el secretario general del este partido en Gipuzkoa, Miguel Buen, la presidenta del PP de la CAV, María San Gil, y dirigentes de Eusko Alkartasuna y Aralar.

Entre los asistentes también se pudo ver a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, al diputado del PP Alfonso Alonso, al secretario de Movimientos Sociales del PSOE, Pedro Zerolo, y a consejeros del Gobierno de Lakua, así como al presidente de EA, Unai Ziarreta, y al secretario general del PP de la CAV, Carmelo Barrio.

La manifestación transcurrió en silencio Cuando la cabecera la marcha llegó a la puerta del domicilio de Isaías Carrasco, donde fue tiroteado, se guardó un minuto de silencio, que acabó en un gran aplauso y los presentes corearon el nombre del ex edil. El portal del inmueble y sus inmediaciones estaban llenos de rosas rojas, de fotos de Carrasco y de carteles con el texto «Todos somos Isaías».

Una vez reiniciada la marcha, al pasar delante de un balcón en el que estaba asomada una persona y había expuesta una bandera en la que se reclamaba la repatriación de los presos políticos vascos, los presentes comenzaron a gritar «asesinos» y «cobardes». La escena se repitió al pasar por delante de algunos bares abertzales de la localidad.

Tras la movilización, el secretario general del PSE, Patxi López, instó en su intervención a defender «la libertad y la democracia contra viento y marea» frente «a los voceros siniestros de la muerte y a quienes apoyan sus crímenes horrendos».

A la mañana, concentraciones

Los actos de condena por el atentado se repitieron también por la mañana. Los compañeros de trabajo de Carrasco y simpatizantes de ELA y CCOO se encartelaron frente al Ayuntamiento de Arrasate.

A su vez, decenas de perso- nas se congregaron frente a los consistorios de Bilbo, Donostia e Iruñea, en la Universidad de Deustua y ante el Parlamento de Nafarroa, adonde acudieron los partidos con representación y los sindicatos.