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E.H. Sukarra editan con GARA «Zuzenean», disco donde repasan dos intensas y emotivas décadas

A finales de los ochenta, con la primera generación de bandas rockeras traspasando su umbral, surgen E.H. Sukarra. Formación de Eibar que reivindica un puesto en la escena punk-rock desde el rock and roll.

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Pablo CABEZA | BILBO

Bandas como Kortatu, Cicatriz, Barricada, Jotakie, La Polla Records, RIP, Hertzainak... fueron los instigadores de buena parte de la década de los ochenta. Espacio y tiempo que generó la dinámica más intensa y agresiva en la historia de la música vasca.

Estrictamente no se puede hablar de una segunda generación, en todo caso de oleada, pero lo cierto es que tras los máximos de los grupos citados, aparecen una serie de bandas que, crecidas a su sombra, aportan la misma intensidad (hijos de primera generación), pero con un estilo más flexible. Es el caso de E.H. Sukarra, que inspirado en el primer movimiento, aportan desde sus primeras canciones una visión más rockanrolera del punk-rock. Lo suyo no eran las crestas ni las chupas claveteadas, sino algo más universal que, por contra, encaja perfectamente en el todo de la escena, en los festivales de plaza, carpas y frontones, donde el cuarteto de Eibar se convierte en un habitual gracias al explosivo combinado de rock, ásperas guitarras y estribillos tan directos como pegadizos.

Fiebre y rock

E.H. Sukarra nace en el otoño de 1989 con Norton a la guitarra y voz, Fakun a la batería y César al bajo y coros. Su centro neurálgico converge era la taberna Hilbehera, por donde, a pesar de su reducido espacio, pasan una buena parte de las bandas más correosas del momento. Del numeroso nomadismo, en el que también se encuentran bandas internacionales, Norton se queda con los alemanes Hirn y, en concreto con March. De la amistad surge el cuarto elemento para E.H. Sukarra. Con dos guitarras el grupo aún suena más salvaje, más explícito.

March era socio en Berlín de una cooperativa de músicos que cuenta con estudio de grabación, por lo que los grupos del entorno pueden grabar a precios económicos. Ante esta situación, el grupo decide viajar hasta Berlín y materializar sus primeras canciones. El viaje es una fiesta, pues a la excursión se unen Aitor y Basti de Su Ta Gar, entre otros. Se plasman 8 temas que, al poco, se convierten en su primera maqueta, trabajo que cuenta con una fuerte aceptación entre los seguidores de la escena. Sugeridos por la dinámica del momento, la cinta termina en el concurso de Euskadi Gaztea, que ganan con claridad, como podemos constatar por haber sido parte del jurado.

Alentados por el premio y por sus propios valores, E.H. Sukarra graban seis temas más en los estudios de IZ de Donostia. En abril de 1992 «E.H. Sukarra» se encuentra en la calle editado por el sello independiente Esan Ozenki. El álbum resulta impactante, eléctrico, por lo que coloca al cuarteto entre los grupos emergentes del momento. Tensión mantenida, salvo pausas, hasta el mismo día de hoy.

Sus canciones más emblemáticas en directo

Camino de su veinte aniversario, que E.H. Sukarra podrían celebrar con la edición de un nuevo disco en estudio, el actual trío nos ofrece desde hoy mismo «Zuzenean». Álbum con 21 canciones tomadas en vivo en Plateruena de Durango el año pasado. Vivo y ardiente resumen de un trayecto que les ha colocado entre las bandas más populares y estimadas del rock vasco. De principio a fin, aquí están «Argi ibili», «Kasko gorriak», «EH Sukarra», «Goazen», «Evil», «Lau teilatu», «Hamar urte gartzelan», «Orratzaren gaua», «Nerbixuak», «Galtzailearen egunak»... Una carrera desnuda y carnal en 80 febriles minutos. P. C.

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