Su silencio sepulcral me trae al retortero. Cuántas veces sus comentarios hicieron luz en mi ofuscada mollera y me ayudaron a entender lo que estaba sucediendo. Nunca olvidaré la bocanada de aire fresco que nos regaló Arnaldo en la mañana de las bombas; cuando un histérico Ibarretxe vaciaba sobre nuestras cabezas el pozal de los insultos y todos sus corifeos respondían: amen. Pero ahora, ¡maldita sea!, los dos mentados se callan como mudos. Cuando mi cabeza es una cazuela en ebullición y, tras las elecciones, me asaltan dudas por todos los costados. Ellos, que tanto han coloquiado con los sociatas, ¿qué pensarán de lo que nos depara el futuro? ¿Entrarán en razón los triunfadores o se dejarán ofuscar por los vapores de su victoria? Puede que Zapatero siga reencarnando el espíritu bravucón de todos los reyes, califas y generales que intentaron doblegarnos. O puede que entre en razón y que se avenga a buscar una solución definitiva a este endiablado zafarrancho ¿No será esto lo que le piden muchas de las papeletas que le han beneficiado? ¿Qué decís, silentes Otegi y Permach, respecto a la granja del PP? No veo a don Mariano tan farruco y jacarandoso como para liderar una nueva reconquista; me imagino que a la derechona le hará poca gracia el ser oposición de por vida. Hay quien kuskusea que a don Mariano lo han empujado para que se mantenga dentro del corral por temor a que gallos y gallinazas se devoren a picotones. ¿Tendrá algo de cierto esta cruda metáfora ?

Las dudas no son menores si nos adentramos en el chaparral de casa. No parece que tuvo mucho impacto la imagen de Ortuzar acariciando al vacuno. Y aquella bucólica fotografía de la dirigencia jelkide en las azoteas de Madrid debió de dar pistas a muchos votantes para saber hacia dónde tenían que dirigir su papeleta. Tengo para mí que el fantasma de Imaz ha rondado por las urnas aunque no sé muy bien qué influjo ha tenido. ¿La parroquia batzokil ha castigado a los suyos por haber dado la patada al «seductor de España» o por no haberlo hecho antes? Creo que algo tendrá que ver la espantada con la mezquina actuación del PNV al servicio incondicional de Madrid. La ciega sumisión a la Audiencia Nacional y el coqueteo con la Guardia Civil, no están bien vistos por el paisanaje. Y la represión... ¿cómo olvidar tantas manifestaciones reprimidas, tantos jóvenes detenidos, tantos veteranos humillados? Si la gente ha terminado asociando al PNV con el pelotero y la porra, es normal que se aleje de tan peligrosa compañía, «el gato escaldado, del agua fría huye». Mirando al futuro, no veo a Ibarretxe calándose yelmo y blandiendo lanza para medirse con el Estado ¿y vosotros, grandísimos ausentes?

Algún día volveremos a encontrarnos y no sé si os perdonaré la faena que nos estáis haciendo. Aunque también pudiera suceder -todo es posible en esta democracia de mierda- que os tengan enjaulados bajo siete llaves. Si fuera así, no me perdonaría a mí mismo el haber sido tan insensato y el haber dicho públicamente tamañas idioteces. Aprovecho para trasladaros desde estas líneas un cálido abrazo, extensivo a todas las compañeras y compañeros también secuestrados.