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Cuatro partidos consecutivos sin perder

Expertos en la «media inglesa»

Los rojillos volvieron a empatar a cero y continúan invictos con una buena racha que se prolonga en las últimas jornadas. Sin embargo, los de abajo siguen apretando y la diferencia con el descenso se reduce a dos puntos, por lo que se impone un triunfo ante el Betis.

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Natxo MATXIN | IRUÑEA

Gracias a otro empate a cero fuera de casa, continúa la racha de cuatro partidos consecutivos invicto. Como ocurriera ante el Villarreal, el punto cosechado ayer en el Nuevo Zorrilla tendrá su verdadero valor si Osasuna prosigue con su trayectoria victoriosa en El Sadar el domingo que viene ante el Betis.

Aunque la puntuación liguera ya no da sólo dos puntos por victoria, si los rojillos continúan firmando la denominada «media inglesa» -ganar en propio estadio y empatar fuera- sería un buen síntoma para que se alejaran de sus complicaciones clasificatorias. Unas dificultades que, no nos olvidemos, siguen estando muy presentes, ya que, pese a la igualada en la capital del Pisuerga, los de Ziganda están únicamente a dos puntos del antepenúltimo.

Precisamente las penurias en la tabla determinaron, y muy mucho, el devenir de un choque en el que, una vez más, la falta de acierto en los metros decisivos impidió que los navarros sumaran una nueva victoria a domicilio que se resiste desde principios de diciembre. Aunque, a fuerza de ser sinceros, el empate se antoja como un resultado justo a la vista de los méritos de ambos conjuntos.

Porque si Osasuna falló cuando encaró a un nervioso Asenjo, no es menos cierto que los vallisoletanos fueron claramente superiores durante gran parte de la primera mitad, mientras que tras el paso por vestuarios los rojillos consiguieron sacudirse el dominio local.

Bajo esos parámetros de bipolaridad, la escuadra navarra firmó dos travesaños, pero del mismo modo bien pudo encajar en alguno de los despistes defensivos que se produjeron rondando la primera media hora y que posteriormente fueron corregidos.

La verdad es que en ese intervalo del envite contra los castellanos, que descaradamente buscaron el envío largo a Llorente, los de Ziganda no estuvieron especialmente finos. El esférico apenas les duraba en su poder debido a la presión local y a las constantes pérdidas de balón, especialmente en aquellas combinaciones más fáciles por su corto recorrido.

Junto a ello, el equipo no estaba confeccionado para desenvolverse a base de pelotazos, con lo que los despejes apurados desde la defensa sólo traían consigo el desgaste innecesario de los carrileros y que un desesperado Plasil viera cómo el esférico pasaba por encima de su cabeza sin que consiguiera bajarlo a ras de césped.

Dos cabezazos de Krutxaga

Pese a la falta de templanza a la hora de controlar y mover la pelota, Osasuna dispuso de sus oportunidades, especialmente en estrategia. Hasta en dos ocasiones, Krutxaga se adelantó a sus rivales para rematar de cabez en situación franca y pudo poner por delante a su equipo a las primeras de cambio si el esférico no se hubiera topado con el travesaño.

Sin olvidarnos de que Llorente puso a prueba cuatro minutos más tarde los reflejos de Ricardo tras el único lunar de Krutxaga al dejarle el balón en la frontal del área y de que Vivar Dorado pudo materializar el 1-0, pero no supo embocar a puerta vacía en el segundo palo un centro al que ningún defensa navarro llegó para despejar, en la mejor ocasión de todo el choque para los de Mendilibar.

Espabilados por lo ocurrido durante los primeros cuarenta y cinco minutos, amén del desgaste que sufrió el Valladolid, los rojillos dieron una imagen bien diferente en la reanudación y ella se plasmó especialmente en el primer cuarto de hora, cuando gozaron de las mejores ocasiones.

La más clara, a los 58 minutos. Tras un aviso previo de Plasil -el único detalle que se le vio ayer-, a Kike Sola le cayó un balón llovido del cielo dentro del área rival, le dio tiempo a prepararla, empalmar y romper la red, pero seguramente por la propia intensidad del remate, la pelota adoptó una trayectoria ascendente y acabó rozando otra vez el sufrido travesaño.

A partir de ahí, el encuentro quedó visto para sentencia. Nadie quería perder, el punto era sabroso para Osasuna y sólo las ganas del Valladolid, más con el corazón que con la cabeza, pudieron complicarle la vida a los navarros, especialmente por un combativo Capdevila, que saltó como recambio de Kome.

Tanto Ziganda como Mendilibar coinciden en que el empate fue el resultado más justo

Igualdad en el campo y en la valoración posterior de los entrenadores. Tanto Ziganda como Mendilibar coincidieron en que el empate final fue un resultado justo a la vista de los méritos de que hicieron gala ambas escuadras.

Así, el técnico rojillo tildó de «feo» el encuentro, «ya que no ha habido mucho fútbol», pero satisfecho por la circunstancia de que los suyos «ya no dan sensación de endeblez», como ocurrió en otras jornadas en las que se ofrecía una buena imagen y se acababa perdiendo.

El Cuco insistió, en este sentido, en que el equipo «está muy serio y creo que hemos ganado mucho poder y solidez», pese a lo cual no dudó en advertir de que va a «seguir sufriendo», consciente de la escasa diferencia con el descenso y de que la permanencia «se va a decidir en mayo».

En cuanto al análisis del choque contra el Valladolid, el ultzamarra agregó que «en el primer tiempo nos han apretado y aun así hemos tenido un par de ocasiones claras a balón parado, mientras que, en el segundo, ellos han estado más cansados y no nos han agobiado tanto. El empate es justo».

En parecidos términos, el preparador del conjunto castellano reconoció que había existido «miedo a perder» por parte de ambas formaciones: «Ha pesado más el no sacar ese punto, que querer ganar, por lo que, desde mi punto de vista, ha sido un resultado justo por las ocasiones de uno y de otro».

Tras una primera vuelta desahogada, los últimos resultados han metido a su equipo de lleno en la pelea por salvar la categoría, algo que no preocupa a Mendilibar, «ya que ahora tener dos puntos arriba o abajo no quiere decir que un equipo esté libre, puesto que la clasificación está muy apretada».

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